¿Por qué será que dos personas pueden sentarse en el mismo banco, escuchar la misma predicación, y marcharse con reacciones diferentes?
Leer | Nehemías 8
6 de abril de 2015
¿Por qué será que dos personas pueden sentarse en el mismo banco, escuchar la misma predicación, y marcharse con reacciones diferentes? Una está gozosa, y la otra no sintió nada. Creo que la razón es que algunas personas no saben cómo escuchar la Palabra de Dios.
Nehemías 8 es una escena increíble del pueblo de Dios reunido para escuchar su Palabra. Recordemos que ellos no tenían copias de las Sagradas Escrituras para poder leerlas. Durante generaciones, lo sucedido entre Génesis y Deuteronomio fue transmitido de padres a hijos. Además, estas personas habían estado en el exilio durante muchos años. Fue la primera vez que la mayoría de ellos escuchaba la Palabra leída. Imaginemos su emoción al escuchar con atención lo que el Señor les decía.
Los israelitas tenían hambre de la Palabra de Dios. ¿La tiene también usted? ¿La escucha con entusiasmo? La duración del período de atención de una persona está directamente relacionada con la intensidad de su avidez de algo. Si usted tiene ansias por saber más de Dios, entonces fijará su mente en lo que Él está diciendo por medio de su pastor o de su lectura personal de la Palabra. Nada en el mundo importa tanto como lo que el Señor tiene para decirnos.
Hay muchas cosas que reclaman nuestra atención, pero pocas realmente la merecen. El Señor es digno de toda nuestra atención. Él tiene algo que decir a cada persona. Por eso, quien escucha la Palabra de Dios con un corazón abierto y una mente alerta recibirá un mensaje de Él.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.