Tuesday, May 31, 2016

VIVIR EN EL LLAMAMIENTO DE DIOS | Dr. Charles Stanley | 5/31/16

VIVIR EN EL LLAMAMIENTO DE DIOS | Dr. Charles Stanley | 5/31/16

Saber que tenemos un llamamiento del Señor es una cosa, pero vivirlo es otra. Ester llegó a un punto en su vida en que cumplir el plan de Dios se volvió arriesgado y peligroso. El Señor la había puesto en una posición que podía costarle la vida.

Pocos han sido llamados a ser reyes o reinas, pero a todos se nos ha dado posiciones de influencia, de uno u otro grado. El Señor le ha puesto en su familia, comunidad e iglesia para llevar a cabo sus propósitos para su vida en esta generación. Mientras usted respire, Él seguirá realizando los planes que tiene para su vida.

¿Cómo responderá a su llamamiento? Solo tiene dos opciones: cooperar con el plan de Dios o rechazarlo. Tratar de evitar o ignorar las oportunidades que Dios presenta es una forma de rechazo. Quizás el costo de la obediencia parezca demasiado alto, ¿pero qué del costo de la desobediencia?

Al final, cada cristiano encontrará una situación que probará su disposición de obedecer o no a Dios. Cuando llegue ese momento, recuerde la lección de Ester. Si se niega, el Señor usará a otra persona, y usted perderá la oportunidad de responder a su llamamiento. Quizás haya sido puesto en una situación difícil “en este momento” —para influenciar, en el nombre de Cristo, al mundo (vea Est 4.14).

Responder al llamamiento de Dios no siempre es fácil, pero siempre vale la pena. Cada paso revelará la fidelidad de nuestro Señor, animándonos a confiar en Él en la nueva oportunidad que nos presente. A medida que crezca su fe, el tiempo perfecto de Dios se hará evidente, y veremos con gozo y confianza lo que nos espera.

Biblia en un año: Ester 6-10

Friday, May 27, 2016

LO QUE NOS ESTORBA | Dr. Charles Stanley | 5/27/16

Puesto que Dios tiene sabiduría y conocimiento plenos, sabe exactamente cómo debe vivir cada uno de sus hijos (vea Ro 11.33). Sin embargo, a veces nos cuesta entender que es así.

La duda es una de las razones por la que desaprovechamos lo que el Padre celestial ha dispuesto. Nos preguntamos si está realmente interesado en nuestros problemas y cuestionamos la viabilidad de sus soluciones.

El sentimiento de indignidad también hará que tropecemos. Mire lo que sucede cuando Dios revela escenarios maravillosos para nuestro futuro. Al pensar que somos indignos, nos negamos a creerle.

El ajetreo a menudo nos aleja de los caminos del Señor; pues al estar demasiado atados a otras cosas, dejamos de preguntarle a Dios qué desea para nosotros, y por tanto, cometemos errores.

El temor viene en dos formas para hacernos tropezar. Una es la ansiedad de que Dios nos pida que hagamos algo que no queremos hacer. La otra es nuestro miedo a fracasar en lo que nos pida que realicemos. Ambas preocupaciones nublan nuestro juicio y obstaculizan nuestra capacidad de obedecer a Dios.

El pecado deliberado persiste en pensamientos o acciones aun cuando sabemos que no están bien, nos impide vivir en el centro de los propósitos de Dios. Nuestro santo Padre no tolerará tal pecado.

Reemplace los cinco obstáculos mencionados por la siguiente verdad:  La cruz de Cristo revela que Dios es confiable y que somos valiosos a sus ojos. Ella proclama la importancia de Jesús en nuestra vida, subraya la perfección de los planes de Dios y apunta a nuestra libertad de la esclavitud del pecado.

Thursday, May 26, 2016

OBSTÁCULOS PARA CONOCER LA VOLUNTAD DE DIOS | Dr. Charles Stanley | 5/26/16

La Biblia nos dice que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta en todo sentido (Ro 12.2). Para disfrutar de la vida espiritual en su máxima expresión, necesitamos descubrir los planes de Dios y sus deseos para nosotros, y luego andar en ellos cada día. Pero, ciertos obstáculos pueden impedirnos discernir tales propósitos.

La voluntariedad. Nosotros somos nuestro obstáculo más grande. Nacemos con una naturaleza que desea hacer las cosas a su manera. Para poder obedecer el plan de Dios, tenemos que rendirnos a Él y aceptar su voluntad. Tenemos que decidir cada día dejar que Él gobierne nuestros pensamientos, emociones, familia, trabajo y decisiones. Rendirse a Dios significa la victoria; aferrarnos a nuestras ideas nos hace fracasar (vea 1 Co 15.57).

La ignorancia de los principios de Dios. Erramos cuando no sabemos lo que es importante para Dios y lo que hay que evitar. Nuestra mente puede cambiar de lo terrenal a lo espiritual solo con la aplicación constante de la Palabra. Sin la luz de la instrucción bíblica nos desviaremos del plan de Dios (Sal 119.105).

La influencia de los demás. La gente tiene un montón de opiniones acerca de lo que debemos hacer, y de cómo quiere Dios que nos conduzcamos. A menos que seamos muy cuidadosos, actuaremos para satisfacer a las personas. Entonces terminaremos fuera de la voluntad de Dios, porque pusimos a otros primero que a Él.

Si nos abandonamos al cuidado de Dios, entonces nuestro “yo” será dominado, crecerá nuestra hambre por su Palabra y viviremos para agradarle a Él, no a los hombres. ¿Le ha dado usted el “trono de su vida” al Señor?

Tuesday, May 24, 2016

LA REALIDAD DEL AMOR DE DIOS | Dr. Charles Stanley | 5/24/16

¿Hay Algo que le impide tener la seguridad de que Dios le ama? Quizás ha concluido que algún pecado de su pasado está bloqueando el amor de Dios. En ese caso, piense en Pablo. Él persiguió violentamente a los cristianos antes de convertirse al Señor. Si tal hombre sabía que Dios le amaba, ¿le ayudará eso a entender que el Señor le ama también a usted?

No importa cuáles hayan sido sus experiencias, Pablo probablemente encontró algo con lo cual usted puede identificarse. Por eso, se mantuvo anunciando su mensaje de esperanza: Dios nos ama y envió a su Hijo a morir en la cruz por nuestros pecados.

Tal vez se pregunte cómo puede un Dios amoroso permitir que usted sea víctima de heridas o abusos. O, posiblemente, que permita que se sienta solo y que nadie le quiera. Pablo soportó golpizas y cárceles por predicar el evangelio, sus amigos lo abandonaron y hasta sufrió naufragios. Pero si él fue capaz de tener fe en que Dios le amaba, ¿no cree que Dios le ame a usted, también?

Si su situación es injusta, dolorosa o humillante, el hecho de que haya sucedido no significa que Dios ha dejado de amarle. A veces, enfrentamos dificultades porque Él está moldeándonos a su imagen. Otras veces, los sufrimientos instigados por Satanás son permitidos por la voluntad permisiva de Dios. En cualquier caso, Dios está actuando para que todo sea para nuestro bien, conforme a su propósito particular para cada creyente (Ro 8.28).

La clave para la aceptación del amor divino es enfocarse en Dios y no en las circunstancias. Si usted está aprendiendo, hablando y compartiendo su vida con Él, las dudas y el temor serán sustituidos por la fe y la confianza.

Monday, May 23, 2016

NUESTRA RELACIÓN INSEPARABLE | Dr. Charles Stanley | 5/23/16

Dios es amor. Su naturaleza es cuidar incondicionalmente de su creación. Lo cual significa que no importa lo que haga una persona —incluso si le rechaza— el Señor no dejará de amarla. Después de leer esa frase, muchas personas buscarán un montón de motivos para creer que ellas son la excepción. Así que, permítame dejar en claro que Dios nos ama a todos y lo único que nos impide experimentar ese amor es nuestra actitud. Se trata de si vamos a creer en nuestros sentimientos, o en la verdad de las Sagradas Escrituras.

Pablo señala que Dios está a favor del creyente (vea Ro 8.31). Dio a su Hijo Jesucristo para que muriera, y de esa manera pudiéramos ser purificados e iniciar una relación con Él. El sacrificio de Jesús es prueba del amor de Dios, pero hay muchas otras expresiones de su amor por nosotros. El Señor tiene un propósito y un plan para la vida de cada persona. Por medio de su control soberano, Él obra en cada situación —buena y mala— para nuestro beneficio (Ro 8.28). Es un Padre amoroso que no solo está interesado en lo que nos suceda, sino también está activamente involucrado en nuestra vida diaria.

Algunas personas leen y creen intelectualmente cada palabra de la Biblia, pero todavía no se sienten amadas porque se consideran indignas. Sus dudas actúan como un muro, evitando que el flujo del amor de Dios llegue a sus corazones. Esta barrera se mantendrá mientras la persona crea que debe ganarse el amor de Dios. Pero ningún pecador merece ser amado incondicionalmente. Y aunque Dios lo sabe, nos da su amor libremente. De nosotros depende aceptarlo o no.

Friday, May 20, 2016

LA ACTITUD DE UN VERDADERO CREYENTE | Dr. Charles Stanley | 5/20/16

El apóstol Pablo tenía cierta mentalidad que los cristianos harían bien en imitar (1 Co 11.1). En su actitud había:

Humildad. El orgullo no puede ocultarse en el corazón de un creyente que entiende la misericordia divina. Pablo difundió el evangelio porque sabía que la gracia que fue suficiente para salvar a un pecador como él, era suficiente para todos.

Un sentido de gratitud. El apóstol nunca olvidó hasta dónde lo había llevado la gracia de Dios. Recordaba a menudo a los creyentes el papel que había tenido en la persecución de la iglesia (1 Ti 1.13). La gratitud de Pablo por la salvación de su vida anterior nunca menguó. El libro de Hechos registra la ansiedad constante y el sufrimiento en sus viajes, pero seguía alabando al Señor por el privilegio de servirle.

Un sentido de dependencia. Para referirse a la fuente de su fortaleza, Pablo utilizó estas palabras: “Por la gracia de Dios soy lo que soy” (1 Co 15.10). Él sabía lo que era depender de la bondad propia humana, y esforzarse por ser buen religioso —y no quería saber nada de eso. Pablo deseaba más de Cristo, y nada de sí mismo (Fil 3.8).

Un espíritu de absoluta confianza. Al final de su vida, Pablo estaba más seguro que nunca, de que Dios era real, que tenía el control, y de que era digno de toda honra, gloria y alabanza (2 Ti 4.6-8).

¿Ve estas actitudes en usted? Siga el ejemplo del apóstol Pablo. Alabe al Señor por todo lo que ha hecho por usted, y luego dedíquese a trabajar para su reino. No permita que su gracia se derrame en vano sobre su vida (1 Co 15.10).

Wednesday, May 18, 2016

ESPERAR EN DIOS | Dr. Charles Stanley 5/18/16

Nuestra cultura es una sociedad de “lo inmediato”. Gracias a inventos como la computadora y el microondas, estamos acostumbrados a los resultados rápidos. Un ritmo acelerado no es necesariamente malo, pero debemos evitar buscar siempre la realización inmediata de las cosas, sin esperar el tiempo de Dios.

Este problema es muy anterior a la era de la computación. En Génesis 15.4, 5, Dios le dice a Abraham que, aunque él y su esposa Sara eran demasiado viejos para tener hijos, de él nacería una gran nación. Abraham le creyó a Dios, pero pronto decidió tomar el asunto en sus manos. Se llegó a Agar, la sierva de Sara, para que ella pudiera tener el hijo prometido (Gn 16).

Es probable que Abraham justificara su decisión, al pensar que el Señor quería que tuviera un hijo. ¡Puesto que era imposible tenerlo de otra manera, eso era seguramente lo que Dios quería que hiciera! Pero no era así. Abraham tuvo que cargar con las consecuencias de sus acciones: celos, resentimientos y hostilidad entre Sara y Agar. Estos problemas, a su vez, crearon después más dificultades, tanto a corto plazo como a lo largo de la historia.

Pero el Señor fue fiel, y catorce años después Sara tuvo un hijo. Pero las consecuencias de la decisión de Abraham de ignorar el plan de Dios están todavía con nosotros. Los dos muchachos llegaron a ser padres de dos naciones que siguen en conflicto hasta el día de hoy.

Como Abraham, nosotros debemos creer las promesas de Dios, pero preferimos los resultados inmediatos. O que las cosas sean a nuestra manera. Pídale al Señor que le dirija, y espere en Él. Lo que Él haga quizás no sea lo que usted quiere, pero será siempre lo mejor.

Monday, May 16, 2016

EN BUSCA DE DIRECCIÓN | Dr. Charles Stanley | 5/16/16

Como hemos visto, hay un patrón para buscar la dirección de Dios. El primer paso —la limpieza— es realmente importante en todo el proceso. De hecho, casi todos los pasos restantes no tienen ningún orden en particular, y pueden articularse en muchos aspectos.

La excepción es la entrega. El Señor no puede compartir sus planes para nuestra vida hasta que nos comprometamos a seguirle, pase lo que pase. Él sabe si estamos buscando su dirección para obedecer, o simplemente para pensar en lo que Él dice.

Por tanto, la entrega antecede al momento de pedir. Primera de Juan 5.14, 15 dice que el Señor nos escucha y concede nuestras peticiones cuando pedimos conforme a su voluntad. Es posible hacer peticiones que no son de Dios, pero los creyentes que se rinden a Él sabrán cómo pedir correctamente, por lo que recibirán la mejor respuesta posible.

La mayoría de las veces, Dios guía a los creyentes a una respuesta por medio de su Palabra; por esta razón animo a las personas a meditar en ella (Sal 119.105). Nuestra lectura puede llevarnos al pasaje que trata nuestra situación, o revelarnos un principio aplicable. A veces, Dios da un mensaje clarísimo al corazón de una persona, que nadie más encontraría en ese pasaje específico. La clave es creer que el Señor le guiará, y tener esa fe (Mr 11.24).

El proceso de buscar dirección suele ser lento, por lo que debemos esperar. Adelantarse y manipular las circunstancias puede ser un error costoso. El omnisciente Soberano del universo actúa a favor de quienes esperan en Él (Is 64.4). Si usted busca su dirección, la recibirá.

Thursday, May 12, 2016

CÓMO MANEJAR LA SOLEDAD | Dr. Charles Stanley | 5/12/16

La soledad puede ser un problema para toda la vida, o algo que dure poco tiempo. La duración la determina, muchas veces, la manera como la manejemos. Volvernos al Señor puede ayudarnos a encontrar la manera de superarla.

Admita sus sentimientos de soledad. Ser creyentes no nos impide experimentar la sensación de soledad. De hecho, muchos salmos de David hablan de su anhelo de tener compañerismo. Si le expresamos nuestros sentimientos al Padre celestial y clamamos por su toque, Él nos responderá (Sal 91.15). Yo le digo a Dios con frecuencia que necesito su abrazo. Y su respuesta es tan real, como si un ser humano me estrechara entre sus brazos.

Cultive amistad con personas que aman a Dios. Debemos pedir a Dios que nos dé personas que nos dirijan a Él en los buenos y en los malos momentos. Son esos amigos que ven nuestras faltas y nos siguen queriendo. Por ejemplo, uno de mis amigos más queridos dice a menudo en son de broma, refiriéndose a mí: “Charles nunca espera que lo entiendan, simplemente que lo amen”.

Ancle su vida a las Sagradas Escrituras. Si nos aferramos a la Palabra de Dios en nuestros momentos de soledad, terminaremos teniendo un mejor conocimiento del Señor. Antes de predicar el primer sermón de mi vida, mi madre me compartió Josué 1.9 para que recordara que debía esforzarme y ser valiente, porque Dios estaría conmigo siempre. Este sigue siendo el versículo que busco cuando necesito ayuda.

Si usted está luchando con sentimientos de soledad, clame a Dios por ayuda. Él estará con usted para acompañarle.

Wednesday, May 11, 2016

CUANDO NOS SINTAMOS SOLOS | Dr. Charles Stanley | 5/11/16

A pesar de que la tecnología nos permite mantenernos conectados, no hemos resuelto el problema de la soledad. Muchas personas se sienten aisladas de quienes las rodean. La verdadera solución para sanar el profundo dolor de la soledad es una relación íntima con Dios.

Cuando Dios iba a crear a Adán, dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn 1.26). Un punto de semejanza con el Señor es el deseo y la capacidad de relacionarnos con otros. Además, fuimos creados para tener comunión con Dios.

Adán y Eva tenían una estrecha relación con el Señor, quien pasaba tiempo con ellos en el huerto del Edén. Pero la desobediencia de la pareja creó un distanciamiento en la relación, porque Dios es santo. Él no puede permitir nada pecaminoso en su presencia. Después que el pecado entró en el mundo por medio de la primera pareja, toda persona está manchada por él y, por tanto, separada del Señor. Por esa razón, Dios hizo un puente para salvar la brecha que había entre Él y la humanidad.

Jesucristo tomó sobre sí nuestras transgresiones y murió en la cruz, lavando así la mancha del pecado. Todo el que confía en su sacrificio para perdón de pecados cruza ese puente formado por la cruz. Todo nuevo creyente es reconciliado, es decir, restaurado de inmediato a una correcta relación con Dios.

Tener una relación con el Señor significa que nunca estamos solos (Dt 31.6). Es posible que, en ocasiones, sintamos un poco de soledad, pero siempre tendremos un amigo con quien podemos hablar.

Monday, May 9, 2016

JOSÉ: ADELANTE POR FE | Dr. Charles Stanley | 5/9/16

Como creyentes, todos fallaremos de vez en cuando en nuestra fe. Cuando eso suceda, ¿cómo podremos controlar nuestras dudas? La clave es seguir enfocados en el Padre celestial para poder seguir adelante haciendo su voluntad.

Piense en José, un héroe del Antiguo Testamento, quien confió en Dios en todas las terribles pruebas de sus primeros años. La fe lo sostuvo frente a la traición, la esclavitud y la prisión. Apoyado en su confianza en el Padre celestial, José no permitió que sus circunstancias, el entorno o las opiniones de otros lo desviaran de actuar conforme a la voluntad de Dios. José creía que cada situación de su vida era por voluntad de Dios.

La reacción de la mayoría de las personas a las pruebas es quejarse de que su situación es injusta e inmerecida. Están tan enfocadas en sus circunstancias adversas, que pierden la oportunidad de servir a Dios.

José eligió un enfoque diferente. Este joven, que había sido vendido como esclavo por sus hermanos, decidió hacer su trabajo con excelencia. Sus tareas en la casa de Potifar probablemente eran de baja categoría, pero las realizaba como si trabajara para el Señor. Esta clase de compromiso le ganó a José la atención y el respeto de su amo, y el esclavo hebreo fue recompensado con mayores responsabilidades. Génesis 39.23 (LBLA) dice: “Todo lo que él emprendía, el SEÑOR lo hacía prosperar”.

José pasó de una dificultad a otra, pero se mantuvo centrado en el Señor, quien le había prometido elevarlo a una posición de liderazgo (Gn 37.10). Tenía un enfoque práctico frente a sus desventuras: se mantenía pensando en Dios y sirviéndole sin detenerse en sus pruebas.

Friday, May 6, 2016

LA EQUIVOCACIÓN EN CUANTO A LA SALVACIÓN | Dr. Charles Stanley | 5/6/16

Cada domingo, innumerables personas en todo el mundo van a las iglesias con un falso sentido de seguridad. Asumen que su moralidad, su membresía, o el bautismo les merecerán un lugar en el cielo. Aunque muchas de estas personas desean sinceramente agradar a Dios, están equivocadas en cuanto a qué es la vida cristiana. Piensan en términos de hacer en vez de ser. Por tanto, imitan las acciones de los buenos cristianos: asisten a un servicio semanal, oran, leen la Biblia y tratan de ser personas decentes.

Sin embargo, la salvación no es el producto de las buenas obras. Venimos al mundo con una naturaleza corrupta, y toda maldad proviene de un corazón apartado del Señor. Pecamos porque somos pecadores. Es así de simple. La buena noticia es que en la experiencia de la salvación se nos da una nueva naturaleza (2 Co 5.17). Nuestro pecado es borrado porque Jesucristo sacrificó su vida por nosotros. Desde el momento en que pusimos nuestra fe en Él, el Espíritu Santo mora en nuestro corazón para que podamos vivir rectamente.

El mundo valora la acción, pero Dios da prioridad a la relación, específicamente a una buena relación con Él. Las personas que van por allí haciendo alarde de religiosidad están desaprovechando la relación profundamente satisfactoria y gozosa que hay entre un creyente y el Señor.

Podemos ayudar a corregir la equivocación de las personas explicándoles la razón de nuestra esperanza (cp. 1 P 3.15). Dígales que la relación personal con Cristo es posible, cuando la persona reconoce su necesidad y pone su fe en Él como su Salvador. Si la luz de usted brilla, ella se reflejará bien en la iglesia.

Thursday, May 5, 2016

CÓMO SERVIR A LA IGLESIA | Dr. Charles Stanley | 5/5/16

Cuando hablo de servir a la iglesia con los talentos y los dones que Dios nos ha dado, la gente piensa a menudo en términos muy pequeños. Imaginan a la cantante del coro o al maestro de la escuela dominical. Pero si resulta que las personas no tienen esos dones, pierden todo interés.

Es hora de que dejemos de pensar en términos del “domingo solamente”. La iglesia no es un lugar ni un tiempo; es un cuerpo de creyentes, cada uno con dones especiales dados por Dios para guiar, ayudar, desafiar y apoyar al resto. En realidad, la mayor parte del servicio al Señor no tiene lugar dentro del edificio de la iglesia, sino afuera en el mundo, donde hacemos todas las cosas que la Biblia ordena.

La mayoría de los creyentes no está en condiciones de influir en muchas personas. Cuando actuamos o hablamos, solo los más cercanos a nosotros lo notan, pero se produce una reacción en cadena que afecta a toda una comunidad. La metáfora de Pablo en cuanto a las partes del cuerpo trabajando juntas en armonía es una descripción útil de cómo una pequeña acción puede tener un gran impacto. Piense en cómo la tensión en el dedo gordo del pie mantiene estable a todo el pie, y eso estabiliza a todo el cuerpo. De la misma manera, una amable amonestación, un oído atento, o una acción amorosa, benefician a la iglesia al fortalecer a un hermano.

Estamos en este mundo para servir al reino de Dios y a su iglesia. Y lo hacemos, sirviéndonos unos a otros en cosas pequeñas. Al hablar de ese servicio, le reto a que encuentre una necesidad en su iglesia o comunidad que Dios pueda satisfacer por medio de usted.

Wednesday, May 4, 2016

UNA IGLESIA COMPASIVA | Dr. Charles Stanley | 5/4/16

¿Entiende usted que los creyentes no deben mirar más allá del cuerpo de Cristo para encontrar respuestas a sus necesidades? Fuimos hechos para ser un cuerpo que se vale por sí mismo. Después de varias décadas en el ministerio, he encontrado solo una manera para que la iglesia funcione como debe: los creyentes deben comprometerse a ser de bendición para los demás.

Por ejemplo, un hombre decide orar y luchar al lado de un hermano que sufre, hasta que la gravosa situación se resuelva. O una mujer se ofrece a responder las preguntas que tiene una creyente nueva sobre el mensaje del domingo. Hay muchas otras formas de servir a otros, puede ser transportando a una persona anciana a la iglesia, enseñando una clase de la escuela dominical, o visitando a una agotada madre soltera para escuchar sus preocupaciones.

Antes de que las necesidades que hay en su iglesia le agobien, permítame recordarle que el amor a los hermanos es un esfuerzo de toda la iglesia. Una sola persona no puede satisfacer todas las necesidades. Así que, si usted se compromete a servir a un pequeño grupo de personas que Dios ha traído a su vida, y renuncia a sus preferencias personales en cuanto a tiempo y recursos, el Señor le bendecirá con más gozo y más contentamiento de los que usted jamás haya conocido.

Servir a los demás antes de servirse a uno mismo es practicar el cristianismo auténtico. Estoy seguro de que si nos comprometemos a dar respuesta a las necesidades que el Señor nos presente, nuestras iglesias serán transformadas en un verdadero cuerpo de creyentes que funcionan juntos para la gloria de Dios.

Tuesday, May 3, 2016

¿PREOCUPADO? ¡INTENTE ALABAR A DIOS! | Dr. Charles Stanley | 5/3/16

Muchas emociones negativas acompañan las dificultades: frustración, desesperación, temores y dudas. Las personas dominadas por esos sentimientos suelen tomar malas decisiones. Es por eso que recomiendo que elijamos enfrentar los momentos de dificultad de la misma manera que lo hizo el pueblo de Israel: con alabanza. Aun en las horas más oscuras, adorar a Dios llena de gozo el corazón, y de paz la mente. Un creyente lleno de esa manera puede mantener su promesa de obedecer al Señor, pase lo que pase.

Adorar al Señor ensancha nuestra visión. Al hacerlo, comenzamos a ver su actividad en el mundo de maneras nuevas. Más concretamente, vemos lo que Dios está haciendo en nuestra situación, y notamos las áreas donde Él exige nuestra obediencia. Nuestra tendencia humana es buscar siempre la solución más fácil, pero al conformarnos con ello dejamos de crecer espiritualmente; además, de perder bendiciones por no seguir el plan del Señor.

Hacer una pausa para alabar al Señor puede apartar nuestra mente del camino fácil, y dirigirnos al camino correcto; es decir, al camino de la voluntad de Dios. Dar un paso adelante por fe puede ser aterrador, pero los creyentes podemos arriesgar confiadamente nuestro futuro a la fidelidad del Señor. ¡Él nunca ha defraudado a nadie!

Es difícil desesperarnos mientras alabamos al Señor por su amor y su poder. Podemos disipar las dudas recordando su fidelidad en el pasado y aliviar nuestra frustración encomendando en sus manos nuestros planes para el futuro. La alabanza no es la reacción obvia a las dificultades, sino la respuesta más acertada.

Monday, May 2, 2016

PAZ EN LAS DIFICULTADES | Dr. Charles Stanley | 5/2/16

Enfrentado a la caída segura de su nación, el rey Josafat respondió con adoración. Lea su oración en el pasaje de hoy, y verá que es difícil separar la petición de la alabanza. Más allá de las expresiones de “aleluya” y “alabado sea el Señor”, su oración alaba la naturaleza de Dios y sus virtudes.

Además, el rey encabezó a la nación en la glorificación a Dios por su salvación en el pasado. Cuando los israelitas se enfocaron en el Señor (no en los ejércitos que venían) el pueblo recordó cómo Él había intervenido en el pasado. Esto fue exactamente lo que Dios les había dicho a los israelitas que hicieran: que instruyeran a sus hijos en sus caminos para que pudieran honrarlo cada día (Dt 6.7). Esto genera valentía y fortalece la fe.

La alabanza del pueblo preparó el camino para su total dependencia de Él. Las probabilidades de que el pequeño ejército israelita venciera a las fuerzas de tres enemigos eran escasas. Sin embargo, gracias a la disposición del pueblo a adorar pudieron reconocer su debilidad y esperar la intervención divina. Dios les dio una solución muy particular: no hacer nada; pero Israel estaba espiritualmente preparado para ir en contra de la razón humana y obedecer. A Dios le encanta que nos sujetemos a su misericordia, porque así su poder puede liberarse en toda su plenitud.        

Dios también está dispuesto a darnos la victoria en tiempos de dificultad. La historia de los israelitas está escrita en su Palabra para que todos los creyentes puedan aplicar sus principios. Incline su corazón y su mente al Señor, y Dios ampliará su visión de quién es Él y de lo que puede hacer por usted.