Lecciones en cuanto al trabajo
Leer | Marcos 1:16-20
El llamado del Señor de ser pescadores de hombres se extiende a los creyentes de hoy. Para llegar a ser lo que Dios tiene en mente que seamos, es crucial que tengamos la actitud correcta en cuanto al trabajo, ya sea profesional o de servicio al Señor. Es por eso que como padres, debemos enseñar a nuestros hijos algunas lecciones relacionadas con la pesca:
Un pescador debe ser diligente
La Biblia nos dice que Zebedeo tenía jornaleros (Mr 1.20). No se conformó con simplemente sacar peces para alimentar a su familia; creó un negocio exitoso que también podía sustentar a sus empleados. Es probable que Zebedeo enseñara a sus hijos a tener grandes aspiraciones, en lugar de conformarse con tener solo lo suficiente.
Un pescador debe ser disciplinado
No tiene la opción de dormir hasta tarde o de retirarse del agua temprano. Aunque esté cansado después de una larga jornada, limpia las redes para mantenerlas en buen estado. Los hijos de Zebedeo aprendieron la responsabilidad y el buen juicio en la barca de su padre.
Un pescador debe ser perseverante
Zebedeo, sin duda, enseñó a Jacobo y a Juan a no desistir hasta haber dado su mayor esfuerzo a la hora de pescar. Esta actitud inherente era esencial cuando Jesús envió a los discípulos a evangelizar al mundo.
La orden de propagar el evangelio sigue en efecto. La iglesia necesita creyentes comprometidos que enseñen y demuestren tener una mentalidad bíblica. Lo más probable es que los padres que sean modelos de laboriosidad, disciplina y perseverancia, críen hijos decididos a ganar el mundo para Cristo.
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