Wednesday, April 30, 2014

PORQUE ELVINO, DEBEMOS IR| Dr. Charles Stanley

Porque Él vino, debemos ir

Leer | Juan 20.19-23

30 de abril de 2014

¿Puede usted imaginar la impresión de los discípulos cuando Jesús se les apareció? Después de días de estar escondidos, temiendo por sus vidas y lamentando la pérdida de su Maestro, los seguidores de Cristo quedaron atónitos al verlo de pie ante ellos en una habitación que estaba cerrada con llave.

Como si el impacto que les causó su aparición no hubiese sido suficiente, les hizo la siguiente declaración: “Como me envió el Padre, así también yo os envío” (Jn 20.21). El peso de esas palabras debió haberles parecido abrumador. Después de años de escuchar a Jesús hablar de su propósito divino, ahora los discípulos recibían un encargo semejante. Así como el Padre había enviado a Jesús, Él los estaba enviando ahora al mundo para extender el evangelio, sanar a los enfermos, servir a los necesitados y glorificar al Padre celestial.

Muchos cristianos leen este pasaje, y piensan: “Me alegro de no haber estado allí para recibir esa “orden de movilización”. Pero ¿sabe una cosa? Sí estaba. Esa habitación no albergaba solo a los once apóstoles restantes. Lucas 24.33 dice que otros seguidores “estaban con ellos”. De modo que, cuando Jesús dijo en Juan 20.21: “Así también yo os envío”, estaba hablando a todo el cuerpo de creyentes.

El mandato de Jesús de hacer discípulos “de todas las naciones” (Mt 28.19) es una tarea demasiado grande para un puñado de personas. Es un llamado para que cada creyente, de cada país y en cada generación, acepte la misión nuevamente. Cristo le está enviando a algún lugar con un propósito. ¿Está listo para ir?

 

Tuesday, April 29, 2014

EQUIPADOS PARA HACER SU VOLUNTAD| Dr. Charles Stanley

Equipados para hacer su voluntad

Leer | Romanos 6.1-7

29 de abril de 2014

He conocido a personas que saben que Dios las ha llamado a hacer algo, pero están tan enfocadas en lo que piensan en cuanto a sus capacidades, que siguen diciéndole: “Es que no puedo”. ¿Sabía usted que esa es una forma de rebelión? Es decirle al Señor que no es lo suficientemente poderoso como para equiparlas, y que el cumplimiento de su voluntad depende de las capacidades naturales de cada persona.

Al ser llamado a sacar a los israelitas de la esclavitud, Moisés se quejó de que él no era la persona adecuada para la tarea con la excusa de que no sabía hablar bien (Éx 4.10). La respuesta de Dios enfatiza que Él no solo era más que capaz de equipar a su líder escogido, sino que también lograría sus propósitos con o sin Moisés.

Es el Señor quien nos da la capacidad de vivir dentro de su voluntad. Dios ha prometido que si le creemos y seguimos adelante en obediencia, nos mostrará lo que quiere que hagamos, y después nos capacitará para hacerlo. Filipenses 2.13 dice: “Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. No hay nada que temer; usted nunca tendrá que hacer algo para Dios para lo cual Él no le haya equipado. Nuestro Padre celestial se ha comprometido a equipar a sus hijos para que hagan lo que les pida.

Como seguidor de Cristo, usted tiene la responsabilidad personal de decir “sí” cuando Dios le llame, y permitir que Él logre sus propósitos por medio de usted. Dios no le defraudará. Ver cómo trabaja en su vida fortalecerá su fe e impulsará el proceso de conformarle a la imagen de Cristo.

 

Monday, April 28, 2014

BAUTIZADOS A UNA NUEVA VIDA | Dr. Charles Stanley

Bautizados a una nueva vida

Leer | Romanos 6.1-7
28 de abril de 2014
La sección de libros de autoayuda de las librerías no se vería tan concurrida si más personas aceptaran la solución de Dios para su bienestar. La redención del hombre no es la superación personal, sino el reemplazo total de la vieja naturaleza “carnal”.
Quienes reciben a Jesús como Salvador y aceptan su sacrificio por su pecado, son crucificados juntamente con Él. Su viejo yo, lleno de pecado muere, y un nuevo Espíritu sin mancha hace su residencia en el interior de la persona. El bautismo es un acto simbólico que representa la transición de muerte a vida. No solo simboliza la muerte, la sepultura y la resurrección de Jesús, sino también manifiesta nuestra experiencia de ser sepultados con el Cristo crucificado, y resucitados para vivir con Él.
En nuestra nueva vida, somos libres de la esclavitud del pecado, y aunque nos parezca que no podemos alcanzar una vida de santidad, nos esforzamos más para hacer lo correcto. A veces, volvemos a la sección de autoayuda, cuando lo que deberíamos hacer es volver al Libertador. Al redimirnos, Cristo se convirtió en nuestra vida. Él vive en nosotros por su Espíritu que mora en nuestro interior, y seguirá viviendo si le permitimos que lo haga.
Las personas no pueden cambiarse a sí mismas. Jesús llama a los creyentes a una relación en la que son transformados. Cuando Él es el centro de nuestra vida —cuando leemos con entusiasmo la Sagrada Escritura, oramos pidiendo que se haga su voluntad, y procuramos andar en su senda— cambiamos positiva y permanentemente.

Sunday, April 27, 2014

¿REQUIERE DIOS QUE DÉ UN DIEZMO DE TODO LO QUE GANO? | Dr. John MacArthur

¿Requiere Dios que dé un diezmo de todo lo que gano?

Hay dos tipos de ofrenda que se enseñan consistentemente en las Escrituras: ofrendar al gobierno (que siempre fue obligatorio) y a Dios (que siempre fue voluntario).   

Sin embargo, este tema ha sido confundido en gran manera por aquellos que malinterpretan el motivo de los diezmos del Antiguo Testamento. Las ofrendas no fueron principalmente regalos para Dios, sino impuestos para financiar el presupuesto nacional de Israel.

Como Israel era una teocracia, los sacerdotes Levíticos actuaban como el gobierno civil. Así que la ofrenda Levítica (Levítico 27:30-33) fue el precursor de los impuestos de hoy, como lo era también la segunda ofrenda anual que Dios requería para el financiamiento del festival nacional (Deuteronomio14:22-29). Los impuestos de menos cantidades también fueron requeridos de la gente por la ley (Levítico 19:9-10; Éxodo 23:10-11). Así que el total de las ofrendas requeridas de los Israelitas no fue el diez por ciento, sino quizás más del 20 por ciento. Todo ese dinero se usaba para que funcionara la nación.  

Toda la ofrenda que se daba, aparte de lo que era requerido para la nación, era totalmente voluntaria (vea Éxodo 25:2; 1 Crónicas 29:9). Cada persona ofrendaba lo que estaba en su corazón ofrendar; ningún monto fue especificado. 

A creyentes del Nuevo Testamento nunca se les ordenó que ofrendaran. Mateo 22:15-22 y Romanos 13:1-7 nos relatan la única ofrenda que fue requerida durante el tiempo de la iglesia y esa era para pagar impuestos al gobierno. Es interesante que hoy, tanto en los Estados Unidos como en otros países del mundo, pagamos entre el 20 a 30 por ciento de nuestros ingresos al gobierno—una figura muy similar al requisito bajo la teocracia de Israel.  

La directriz para nuestra ofrenda a Dios y Su obra se encuentra en 2 Corintios 9:6-7: 
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.

Saturday, April 26, 2014

LA VERDAD QUE NOS HACE LIBRES | Dr. Charles Stanley

La verdad que nos hace libres

Leer | Juan 8.25-32
26 de abril de 2014
Dios desea lo mejor para cada uno de sus hijos, pero a veces quedamos atrapados por hábitos, conceptos y sentimientos negativos que interfieren con sus planes para nosotros. Pero el Señor Jesús nos ofrece una salida. Si continuamos en su Palabra, conoceremos la verdad que nos hace libre de todo lo que nos esté manteniendo cautivos.
“Continuar” en la Palabra significa leerla regularmente y aplicarla a nuestra vida. Entonces sabremos lo que Dios dice, y seremos capaces de reconocer las artimañas que amenazan con atraparnos. Además de esto, entenderemos los beneficios que acompañan a nuestra salvación y que nos permiten mantenernos firmes en la verdad para no ser extraviados. Estos beneficios incluyen...
• Nuestra posición: Por la fe en Cristo, hemos comenzado una relación personal con Dios. Ahora, como sus hijos, tenemos libre acceso a su trono, junto con la seguridad de que Él escucha nuestras oraciones.
• Nuestra provisión: Dios nos dio la Biblia para guiarnos y alentarnos.
• Nuestras promesas: Al confiar en las promesas que Él nos ha dado, seremos participantes de la naturaleza de Dios, y escaparemos de la influencia corruptora del mundo (2 P 1.4).
• Nuestra protección: Al caminar con Cristo, Él nos fortalece y nos protege para que no caigamos en las trampas del maligno (2 Ts 3.3).
El primer paso para vivir en libertad es reconocer cualquier pecado que esté dominando su vida. Luego, apóyese en la verdad de la Biblia y reclame las promesas y la provisión de Dios por fe.

Friday, April 25, 2014

NUESTRO SALVADOR RESUCITADO | Dr.Charles Stanley

Nuestro Salvador Resucitado
Leer | 1 Corintios 15.12-19
25 de abril de 2014

La vida, la muerte y la resurrección de Jesús constituyen la base de nuestra fe. La Biblia nos dice que Jesús vivió sin cometer pecado. Como el Cordero de Dios inmaculado, Él fue voluntariamente a la cruz y se sacrificó por nosotros (1 P 1.18, 19). Cristo llevó nuestros pecados y sufrió nuestro castigo para que pudiéramos ser reconciliados con Dios.

La muerte del Salvador fue aceptada por el Padre celestial como el pago total por nuestros pecados, y despejó el camino para que podamos estar en paz con Él (Ro 5.1). Tres días después de la crucifixión, Jesús fue levantado de la muerte a la vida. El Cristo resucitado había vencido la tumba. Ascendió victoriosamente al cielo y ahora está sentado a la diestra del Padre.

La muerte y la resurrección de Cristo son una ilustración de lo que sucedió en el momento que fuimos salvos. Al reconocernos como pecadores que no podían pagar sus transgresiones, expresamos fe en nuestro Salvador. Entonces, “nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él” (Ro 6.6), y renacimos espiritualmente. Por su sacrificio, fuimos perdonados, reconciliados con Dios y adoptados en su familia.

Pablo enfatizó la importancia de la resurrección, pues, de no haber sido cierta, nuestra fe sería vana.  El Cristo resucitado apareció a muchas personas. Dejó que Tomás lo tocara para  que supiera que estaba vivo. Después que el Señor ascendió al cielo, el Padre envió a su Espíritu Santo a morar en los creyentes y a dar testimonio de la verdad de la resurrección. Nuestra fe está basada en el fundamento seguro de un Salvador resucitado.

Thursday, April 24, 2014

¿POR QUÉ DEBO ASISTIR A LA IGLESIA? | Dr. John MacArthur

¿POR QUÉ DEBO ASISTIR A LA IGLESIA? | Dr. John MacArthur

En repetidas ocasiones, el Nuevo Testamento enfatiza la importancia de las asambleas locales. De hecho, este fue el patrón de ministerio que Pablo siguió al establecer congregaciones locales, en las ciudades en donde predicaba el evangelio. Hebreos 10:24-25 manda a todo creyente a ser parte de un cuerpo local como este y revela por qué esto es necesario:  
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:24-25).  
El único ambiente en el que puede existir la cercanía necesaria entre creyentes para estimularse cuidadosamente “al amor y a las buenas obras”, es el cuerpo local con el que uno está comprometido. Y es solamente en ese contexto que podemos animarnos los unos a los otros.  

El Nuevo Testamento también enseña que todo creyente debe estar bajo la protección y sustento del liderazgo de la iglesia local. Estos hombres piadosos pueden pastorear a un  creyente al animarle, amonestarle, y enseñarle. Hebreos 13:7 y 17 nos ayudan a entender que Dios en Su gracia, nos ha concedido rendición de cuentas mediante un liderazgo piadoso.

Además, cuando Pablo le dio a Timoteo instrucciones especiales sobre las reuniones públicas, dijo, “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza” (1 Timoteo 4:13). Parte del énfasis en la adoración pública incluye estas tres cosas: escuchar la Palabra, ser llamado a la obediencia y acción mediante la exhortación y la enseñanza. Es solamente en el contexto de la asamblea local que estas cosas pueden llevarse a cabo de la manera más eficaz.

Hechos 2:42 nos enseña lo que hacía la primera iglesia cuando se reunía: 
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.
Los cristianos se reunían:
  • Para aprender la Palabra de Dios y las implicaciones de la misma en sus vidas.
  • Para que estando juntos llevarán a cabo acciones de amor y de servicio unos a otros.
  • Para conmemorar la muerte y resurrección del Señor mediante el partimiento del pan y la oración. 
Claro que podemos hacer estas cosas individualmente pero Dios nos ha llamado a Su cuerpo, la iglesia, la cual es la representación local de ese cuerpo mundial. Debemos servir con gusto y ser servidos entre el pueblo de Dios.

Una membresía activa en una iglesia local es imperativa para llevar una vida sin concesiones. Es únicamente mediante el ministerio de la iglesia local, que un creyente puede recibir la clase de enseñanza, rendición de cuentas y ánimo que son necesarios para que esté fuerte en sus convicciones. Dios ha mandado que la iglesia provea la clase de ambiente en donde una vida sin concesiones puede prosperar.

LA CLAVE PARA EL CONTENTAMIENTO | Dr. Charles Stanley

LA CLAVE PARA EL CONTENTAMIENTO | Dr. Charles Stanley

Mientras se encontraba preso, Pablo escribió preciosas palabras acerca de la suficiencia de Cristo. Tenemos la tendencia de acompañar la idea del goce (o contentamiento) con vacaciones en la playa o en la montaña, pero el apóstol escribió que no debemos estar ansiosos en ninguna circunstancia, porque tenemos la paz del Señor.

El contentamiento es el patrimonio del creyente. La paz es parte del fruto espiritual que nos pertenece cuando ponemos nuestra fe en el Salvador (Gá 5.22). El pasaje de hoy lo describe como una paz interior que sobrepasa todo entendimiento (Fil 4.7). Jesús experimentó el conflicto con una sensación de paz interior; y gracias a su Espíritu que mora en nosotros, esa paz asombrosa pertenece también a los hijos de Dios, incluso en los momentos en que nos encontramos con problemas que no tienen solución terrenal.

He aquí la otra cara de la moneda: “No hay paz para el malvado, dice el Señor” (Is 48.22 NVI). La cultura moderna llama malvado a quien comete las acciones más viles, pero la definición de Dios es mucho más amplia. Malvado es quien deliberadamente rechaza el derecho que tiene Dios de perdonar sus pecados y de tener el señorío sobre su vida. Si usted no le ha entregado su vida a Cristo, no es capaz de experimentar el contentamiento real y duradero.

Cuando nacemos de nuevo (Jn 3.3-8), nos convertimos en hijos del Dios vivo, y herederos legítimos de todo lo bueno que ofrece. Esto incluye la paz interna y el gozo que pueden soportar cualquier prueba. ¿Qué daño puede sufrir aquel que le pertenece al Señor (He 13.6)?

Wednesday, April 23, 2014

PARA ENTENDER LA SANTIDAD DE DIOS | Dr. Charles Stanley

PARA ENTENDER LA SANTIDAD DE DIOS | Dr. Charles Stanley
Leer | Levítico 22.29-33
23 de abril de 2014

Si alguna vez ha leído el libro de Levítico completo, es posible que se haya preguntado por qué Dios dio a los israelitas tantas reglas y tantos detalles en cuanto a los sacrificios y las formas de adoración. Cuando era niño, recuerdo haber pensado que todas esas vacas podrían haber alimentado a mucha gente. Para mí, los sacrificios parecían un gran desperdicio, pues no entendía lo que el Señor estaba enseñando a su pueblo.

Hoy tenemos las Sagradas Escrituras completas para ayudarnos a entender quién es Dios y lo que desea de nosotros. Pero en los días del Antiguo Testamento, Él enseñaba a su pueblo con ejemplos. Quería que entendieran tres cosas: su santidad; el pecado y las consecuencias de la desobediencia; y el cuidado que tenía de ellos —que Él era la fuente de todo bien. Las normas y los reglamentos que Él instituyó eran ejemplos visibles.

En cada detalle, Dios revelaba su santidad y en cada sacrificio, el costo del pecado. Las reglas del tabernáculo enseñaban al pueblo que no tomaran la adoración ligeramente. Era un privilegio serio y maravilloso acercarse a un Dios santo y justo.

Hoy día, es muy fácil perder de vista la santidad del Señor. Por tanto, es bueno reexaminar el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento para mantener presente la seriedad de la adoración.

Dios es nuestro Padre celestial, y tenemos acceso inmediato a la sala del trono, pero debemos preguntarnos si lo estamos tratando con la reverencia que se merece. En la iglesia, en lugar de estar desatentos y distraídos, debemos recordar el gran privilegio que es venir a su presencia.

Tuesday, April 22, 2014

El Señorio de Jesús| Dr. Charles Stanley

El Señorio de Jesús
Leer | Filipenses 2.5-11
22 de abril de 2014

Ya sea que usted haya sido creyente por muchos años, o puesto su fe en Cristo como su Salvador hace poco tiempo, hay una cosa importante que debe determinar en su corazón. Muchos cristianos entienden que Jesús murió en la cruz por sus pecados. Pero ¿quién es Él hoy?

La Biblia nos dice que Jesús es el Hijo de Dios, que se hizo carne y que entró en nuestro mundo en la forma de un siervo. Vino a vivir entre nosotros y a hacer posible que conociéramos a Dios. Luego, después de su muerte, su sepultura y su resurrección, fue exaltado de nuevo a su legítimo lugar como Señor y Soberano.

Es esencial que todo creyente entienda la persona y la posición de Jesucristo. A menudo lo llamamos “Señor”, pero ¿qué significa eso? La respuesta es que, como Señor y Creador, Él hizo y sostiene todas las cosas (Col 1.16, 17). Al poner nuestra fe en el Salvador, aceptamos su legítimo lugar en nuestra vida.

Como Señor, Él tiene autoridad sobre cada aspecto de nuestra vida. Somos ovejas que debemos seguir al Pastor (Jn 10.2-15). ¿Se niega usted a reconocer que Él tiene el derecho de determinar lo que hace y dónde va? Puede tener la seguridad de que el plan de Dios resulta siempre en plenitud de vida.

Jesús no es un gobernante distante y arbitrario; es su maravilloso y comprensivo Señor que le ama y ha preparado el terreno para que usted sea salvo, después de haber vivido una vida humana y sufrido inimaginablemente. Por eso, cuando Él dice: “Sígueme; yo haré que tu vida tenga significado”, puede tener la seguridad de que el Señor es digno de su confianza en todo momento.

Monday, April 21, 2014

La Sangre Preciosa de Jesús| Dr. Charles Stanley

La Sangre Preciosa de Jesús
1 Pedro 1.17-19|Dr.Charles Stanley|04/21/2014


¿Qué valora usted? Tal vez sea una reliquia familiar que no solamente es costosa sino que también tiene un valor sentimental. O tal vez los seres que más ama. O pueden ser su salvación, la Biblia, o su familia de la iglesia; pero si usted es realmente sincero, la sangre de Jesús probablemente no estuvo en la lista.

La cultura cristiana de hoy necesita una versión objetiva de la salvación. Hablamos de la gracia y el perdón de Dios, y cantamos de su amor por nosotros, pero rara vez mencionamos la sangre de Jesús. Sin embargo, esa es la única base para nuestra salvación. Porque el Señor es recto y justo, Él no puede amar a los pecadores de modo que alcancen el cielo, o perdonarlos, simplemente porque se lo pidan. Cada pecado cometido tiene que recibir su justo castigo, y la paga del pecado es la muerte (Ro 6.23).

El Señor tuvo solo dos disyuntivas para ocuparse de la humanidad caída. Podía dejar que la justicia llevará a la condenación a toda la humanidad, o podría proveer un sustituto para que pagara el castigo por cada persona. Pero este sustituto tenía que ser sin defecto (Dt 17.1). La única manera de salvarnos de la separación eterna en el infierno, fue enviar a su Hijo amado a la Tierra como el Dios-hombre, quien viviría sin cometer pecado y moriría en nuestro lugar.

La sangre que manó de las heridas de Cristo compró nuestra salvación. Si quiere valorar realmente lo que Él hizo, piense en Él colgando en esa cruz solo por usted. Con ese pensamiento en mente, considere cómo debería vivir. Él se entregó sin reservas por usted, ¿qué le está dando usted a Él?