Friday, October 30, 2015

LA LUCHA CON EL SENTIMIENTO DE CULPA | Dr. Charles Stanley | 10/30/15

Durante una vacación hace varios años, tuve problemas para relajarme. Tenía sentimientos de culpa: ¿Por qué no estás estudiando más? ¿No deberías estar testificando de Cristo? El sentimiento de culpa se había colado en mi mente y me estaba impidiendo disfrutar de la vida.

Hay dos tipos de culpa: la bíblica y la falsa. La primera se origina por la violación de una ley bíblica. Este no es un sentimiento sino una realidad: hemos pecado y debemos arrepentirnos. La segunda se refiere al sentimiento de culpa después de haber confesado un pecado, y no está basada en la Palabra de Dios. El Señor nos ha perdonado, por lo que no hay necesidad de sentirse culpable.

Las personas padecen de culpa por muchas razones. La enseñanza legalista, por ejemplo, presenta a la vida como una serie de reglas; sus seguidores a menudo se sienten mal porque les resulta imposible cumplirlas. También está la autocondenación, que puede crear expectativas demasiado difíciles de lograr. Y, por último, la baja autoestima.

Satanás utiliza el falso sentimiento de culpa para paralizarnos. Inevitablemente, la culpa lleva a dudar del amor de Dios y de la salvación, lo cual prepara el terreno para el temor y la incapacidad de disfrutar de la vida.

El Señor quiere que vivamos libres de culpa. Si usted la está experimentando, pídale al Señor que le ayude a identificar su origen. Después, recuerde que fue hecho a imagen de Dios y redimido por Él, amado por el Creador del universo y perdonado. Rechace, en el nombre de Jesús, cualquier culpa falsa que tenga.

Thursday, October 29, 2015

LIBERTAD DE LA CULPA | Dr. Charles Stanley | 10/29/15

Se puede definir a la culpa como ansiedad del espíritu por el pecado cometido de manera deliberada y voluntaria. Podemos encontrar este sentimiento incluso en el huerto del Edén. Después que Adán y Eva probaron el fruto prohibido, se sintieron avergonzados de su desnudez y se escondieron.

En los tiempos del Antiguo Testamento, las personas traían una ofrenda especial al templo para “pagar” sus faltas. Hoy día, no tenemos tal manera tangible de liberarnos de nuestra culpa.

En realidad, tenemos algo mejor. El Padre celestial envió a su Hijo Jesús, quien era plenamente Dios y plenamente hombre, a vivir una vida perfecta. Él tomó sobre sí el castigo por todos nuestros pecados al morir como un criminal en la cruz. Pero, alabado sea Dios, Jesús volvió de nuevo a la vida, al vencer la muerte y el pecado. Efesios 1.7 dice: “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”.

La verdad es que todos hemos pecado y merecemos, por tanto, ser separados de Dios (Ro 3.23). Sin embargo, podemos ser liberados de la muerte y la culpa al aceptar el don gratuito de Jesús y rendir nuestra vida a Él. Por supuesto, por nuestro imperfecto estado humano seguiremos pecando. Pero nuestro amoroso Padre celestial seguirá perdonando a sus hijos (Lc 11.3, 4).

El sacrificio del Señor Jesús nos da libertad de la culpa y de la muerte, y también la promesa de la eternidad con Dios. Pero eso no significa de ninguna manera que tengamos licencia para pecar deliberadamente. Aunque tenemos la promesa del perdón, la gratitud y el amor a nuestro Salvador deben impulsarnos a obedecer y servir al Señor.

Wednesday, October 28, 2015

DAR AL SEÑOR JESÚS EL PRIMER LUGAR Dr. Charles Stanley | 10/28/15

Cuando Jesucristo tiene el primer lugar en nuestra vida, experimentamos muchas bendiciones, entre ellas:

Un espíritu reposado. Cuando dirigimos nuestra atención al Señor y meditamos en su Palabra, hallamos descanso para nuestra alma (Sal 23.2). El Espíritu Santo nos ayuda a dejar las distracciones para darnos la seguridad del amor y el sostén de nuestro Padre celestial. Con una mente clara y un corazón reposado podemos discernir lo que Dios nos dice.

Una fe más fuerte. El estudio de la Biblia ensancha nuestra visión de Dios y nos da discernimiento y dirección. El leer la manera como el Señor ha ayudado a otros, nos da la confianza de que Él está a nuestro lado, permitiéndonos enfrentar las exigencias de la vida. Nuestra fe crece a medida que obedecemos su dirección y observamos la manera como actúa a favor nuestro.

Un corazón purificado. Al igual que un espejo, la Biblia nos refleja lo que realmente somos, y revela lo que necesitamos cambiar. Si confesamos nuestro pecado, Dios promete limpiarnos de toda maldad (1 Jn 1.9).

Una mente preparada. No sabemos lo que acontecerá en el futuro, pero Dios sí. Él quiere prepararnos, tanto para los tiempos felices como para los difíciles. Por medio del Espíritu Santo, estaremos equipados para lo que nos depare la vida (2 P 1.3).

La vida de Pablo demuestra lo que significa dar al Señor Jesús el primer lugar (Gá 2.20); él conoció el gozo en medio de las pruebas, y recibió fuerzas para enfrentar crisis y dificultades. Nosotros tendremos también estas bendiciones si hacemos de la relación con el Señor Jesús nuestra prioridad absoluta.

Tuesday, October 27, 2015

NUESTRA PRIORIDAD ABSOLUTA Dr. Charles Stanley | 10/27/15

Jesús amaba mucho a Marta, a su hermana María, y a su hermano Lázaro (Jn 11.5). Un día, mandó a decirles que Él y sus discípulos vendrían a visitarles. Las mujeres comenzaron a preparar su casa, ya que había mucho que hacer antes de que llegaran los hombres. Pero Marta, por su afán, perdió de vista la importancia de pasar tiempo con el Señor.

Nuestra relación con Jesús debe estar por encima de todo en la vida. Nuestros pensamientos, actitudes y acciones deben surgir de nuestra íntima conexión con Él, pero como todos hemos descubierto, sin duda, no es fácil hacer esto. Nuestra naturaleza egoísta clama por la supremacía, y el mundo con todas sus tentaciones nos anima a satisfacer nuestros deseos. Incluso, en el trabajo que hacemos para el Señor, podemos perder de vista nuestra prioridad absoluta: profundizar nuestra relación con Cristo.

Cuando el Señor Jesús llegó, María dejó lo que estaba haciendo para poder escuchar sus palabras y aprender de Él. Marta, distraída por todo lo que aún no se había hecho, seguía trabajando. El Señor aprobó la decisión de María de estar con Él, y exhortó a Marta a seguir el ejemplo de su hermana. Ambas mujeres expresaron su amor y su preocupación por Jesús por medio de sus acciones, pero María escogió la mejor manera de hacerlo.

Nada debe sustituir su relación con Cristo; su carácter y conducta deben reflejarlo a Él (Ef 4.24). Durante la visita de Jesús, Marta dejó que su servicio al Señor fuera más importante que pasar tiempo con Él. Si sus amigos le observaran, ¿qué dirían que es lo más importante para usted?

Monday, October 26, 2015

Cuando los demas nos fallan| Dr. Charles Stanley

Usted está en una situación difícil, y sus amigos han desaparecido. Ahora el dolor es peor porque está sufriendo solo.

¿Por qué le abandonaron? Hay muchas razones posibles. Por ejemplo, puede ser porque no se sintieron competentes para ayudarle. O tal vez no pudieron soportar verle sufrir. Pero quizás algunos tenían en mente sus propios intereses, y tuvieron temor de caer en problemas parecidos o de involucrarse en una situación socialmente inaceptable.

Usted podría preguntarse cómo responderles. Cualquiera que haya sido la razón de su deserción, solo hay una respuesta bíblica adecuada —el perdón. La razón es que, como personas que hemos sido perdonadas, nunca tendremos el derecho de dejar de perdonar.

Después de haber sido abandonado durante su encarcelamiento en Roma, Pablo escribió lo siguiente en cuanto a quienes lo habían desamparado: “No les sea tomado en cuenta” (2 Ti 4.16). En otras palabras, los perdonó. El apóstol probablemente recordó lo que sucedió cuando Esteban fue apedreado. Pablo había estado presente, después de todo, como uno de sus acusadores, y oído al moribundo clamar: “Señor, no les tomes en cuenta este pecado” (Hch 7.60).

Pero es posible que Pablo tuviera en mente un acto de perdón mayor: la muerte expiatoria de Cristo y su actitud hacia sus verdugos. Jesús oró, diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23.34).

Porque Dios perdona de todos sus pecados a quienes se vuelven a Él, no tenemos el derecho de negar el perdón a nadie, y eso incluye, sin duda, a nuestros amigos. ¿Hay alguien a quien usted necesite perdonar? Si es así, hágalo hoy.

Friday, October 23, 2015

LAS PROMESAS DE DIOS | Dr. Charles Stanley

Nuestro Padre celestial ha hecho muchas promesas en la Biblia. Pero hay cierta confusión entre los cristianos en torno a cuáles versículos las mencionan. Hay tres preguntas prácticas para juzgar cuáles de esas promesas se aplican a nuestra situación.

1. ¿Está limitada la promesa a una persona o circunstancia específica, o se aplica a todos los creyentes? Por ejemplo, la promesa hecha a Abraham y a Sara acerca de tener un hijo (Gn 18.10) fue específicamente para ellos, mientras que Hebreos 13.5 contiene la garantía para todos los cristianos de que Jesús estará con ellos para siempre.

2. ¿Estamos pidiéndole al Señor que satisfaga una necesidad o un deseo? Una necesidad es aquello que nos hace falta para que Dios realice su obra en nuestra vida. Un deseo es algo que queremos para nuestro disfrute o satisfacción. Si perdemos el trabajo, entonces está faltando algo esencial: un ingreso. Pero si queremos tener un nuevo cargo por razones personales, eso es un deseo.

3. Antes de cumplir una promesa, ¿requiere el Señor alguna acción de nuestra parte? Proverbios 3.5, 6 es una promesa condicional que garantiza la dirección de Dios al confiar en Él. En cambio, la promesa de la presencia de Jesús (He 13.5) es incondicional; no depende de nada que hagamos (Mt 28.20).

Al analizar la Biblia con base en estas preguntas, sabremos cuáles promesas se aplican a nuestra situación, y qué confianza tendremos para pedir a nuestro Señor que las haga realidad. Porque, como dice 2 Corintios 1.20 (TLA): “Todas las promesas que Dios ha hecho se cumplen por medio de Jesucristo”.

Thursday, October 22, 2015

EL MILAGRO DE LA GRACIA | Dr. Charles Stanley

Desde el momento en que somos salvos, nuestra vida es puesta sobre la Roca inamovible que es Cristo, y su favor nos es impartido.

Leer | Romanos 5.15-17

22 de octubre de 2015

Pablo escribió extensamente acerca de la gracia, el favor de Dios dado a quienes no lo merecen. A todos los lugares que iba, hablaba del evangelio de la gracia (Hch 20.24). Pablo conocía por experiencia personal el poder que tiene el pecado para controlar y también la libertad que se logra por fe en Cristo. Se describió como el peor de los pecadores, porque persiguió y encarceló a muchos creyentes antes de su experiencia de conversión (1 Ti 1.15).

Después que aceptamos la muerte de Cristo a nuestro favor, el castigo por nuestro pecado se considera pagado y su poder sobre nosotros destruido. Nos volvemos vivos espiritualmente por el Espíritu Santo que habita en nosotros. Además, se nos da una nueva familia y un propósito para vivir. La Biblia compara nuestra experiencia de conversión con un trasplante de corazón (Ez 36.26, 2 Co 5.17), un cambio de ciudadanía (Fil 3.20), y la mudanza a una nueva patria (Col 1.13).

Pablo exhorta a todos los creyentes a perseverar en la gracia de Dios (Hch 13.43; Ef 2.8). Así como tuvimos que confiar en la muerte vicaria de Cristo para nuestra salvación, debemos tener una vida de dependencia de Él. Es nuestra fe, expresada a través de la obediencia, lo que agrada a Dios (He 11.6).

La gracia es la fuerza más poderosa y más transformadora que hay en el mundo. Dios ofrece su amor incondicional a toda persona que recibe a su Hijo. Desde el momento en que somos salvos, nuestra vida es puesta sobre la Roca inamovible que es Cristo (1 Co 10.4), y su favor nos es impartido.

Wednesday, October 21, 2015

LA GRACIA: NUESTRA SEGUNDA OPORTUNIDAD | Dr. Charles Stanley

La Escritura pinta un panorama sombrío de la humanidad: está muerta en pecados, bajo la ira de Dios y sujeta a la separación eterna de Él (Ef 2.1-3). Pero, por medio de la cruz de Cristo, el Señor nos da una segunda oportunidad de tener una relación estrecha con Él. Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, Él derrama su amor incondicional —su gracia— sobre nosotros.

Por su gracia, hemos sido justificados por fe. La justificación es la declaración de Dios de que no somos culpables ante sus ojos. Cuando recibimos la salvación, la muerte de Jesús en la cruz es contada como pago por nuestros pecados. Toda nuestra desobediencia —pasada, presente y futura— es totalmente perdonada.

El medio para obtener esta gracia es fe genuina en Jesucristo. ¿Cómo es esta fe? Es la fe que acepta el veredicto del Señor de que somos pecadores; de que no podemos salvarnos a nosotros mismos, y de que necesitamos un Salvador. Es una fe que cree que Jesús pagó por nuestros pecados con su muerte; que Dios aceptó su pago a nuestro favor, y que somos perdonados y hechos miembros de su familia. Si tenemos fe genuina, le daremos nuestra lealtad y le serviremos de corazón.

La gracia también nos da paz con el Señor. Antes de ser salva, la persona era su enemiga y estaba bajo sentencia de muerte eterna. Pero, después de poner su fe en Cristo, es adoptada en la familia de Dios y tiene su favor para siempre.

Por gracia se nos ha dado una segunda oportunidad. En vez del castigo eterno que merecíamos, hemos recibido aceptación por la fe en Cristo (Ro 15.7) y hechos miembros de la familia de Dios (Ro 8.15).

Thursday, October 15, 2015

PARA ORAR E IMPACTAR | Dr. Charles Stanley

La comunicación con el Señor es una parte muy vital de la vida cristiana, y por eso necesitamos examinar lo que estamos haciendo.

Leer | 1 Juan 5.14, 15

15 de octubre de 2015

Dado que la oración es una práctica común de los creyentes, es fácil con el tiempo caer en hábitos que dan como resultado una vida de oración apática y vacía. En vez de tener una conversación dinámica con peticiones bien pensadas, y un oído activo a la respuesta de Dios, nuestras oraciones pueden parecerse más a una lista de compras. La comunicación con el Señor es una parte muy vital de la vida cristiana, y por eso necesitamos examinar lo que estamos haciendo. Comience por hacerse las siguientes preguntas:

  • ¿Qué tan efectivas son mis oraciones? ¿Está Dios respondiendo sus oraciones?
  • ¿Por quiénes estoy orando? ¿Son la mayoría de sus peticiones por usted, o por los demás?
  • ¿Qué le pido al Señor que haga? ¿Ha buscado en su Palabra lo que Él quiere, o está tratando de que intervenga de acuerdo con sus planes?
  • ¿Cuándo oro? ¿Solamente en situaciones de emergencia, o cuando necesita algo?

Si descubrió algún egoísmo en sus oraciones, no es la única persona. Muchos tenemos problemas para entrar en la presencia de Dios con nuestros ojos centrados en Él. La única manera para orar con impacto se consigue llenando nuestra mente con la Palabra de Dios para así conocer la voluntad del Señor.

Su vida de oración puede llegar a ser efectiva y dinámica si se acerca a Dios con un corazón limpio (Sal 66.18), alinea sus peticiones con la voluntad del Señor, y cree que Él hará lo que dice (Mr 11.24). Entonces podrá orar con absoluta confianza, sabiendo que Él escuchará y responderá sus oraciones.

Biblia en un año: Marcos 6-7

Wednesday, October 14, 2015

LA ORACIÓN: UN AHORRO DE TIEMPO | Dr. Charles Stanley

¿Está usted demasiado ocupado para buscar del Señor?

Leer | Salmo 143.5-12

14 de octubre de 2015

¿En qué piensa usted cuando se despierta? ¿Enfoca sus pensamientos en el día que tiene por delante, o se centra en el Señor? Aunque la mayoría de nosotros tiene una vida ocupada que consume gran parte de nuestra atención y de nuestro tiempo, lo más importante y lo que más nos ahorra tiempo en el día es el tiempo que pasamos a solas con Dios.

Sin embargo, muchos creyentes viven tan apresurados que no piensan que hay tiempo suficiente para el Señor. Saltan de inmediato a la rutina del día a día, y después se preguntan por qué están tan frustrados, confundidos e insatisfechos. Aunque su deseo sea obedecer a Dios, no se han detenido para recibir sus instrucciones. Nadie puede mantener una relación estrecha con Cristo sin una comunicación diaria con Él.

Tal vez el problema es nuestra lógica humana. Creemos que pasar tiempo leyendo la Biblia cada mañana nos quitará tiempo y productividad. Sin embargo, cuando buscamos la dirección y la sabiduría de Cristo para el día y lo invitamos a tomar el control de nuestra vida, Él logrará más por medio de nosotros de lo que sería posible que hiciéramos con nuestro esfuerzo. Nos dará la sabiduría para tomar buenas decisiones, aumentará nuestras fuerzas y nos librará de la ansiedad.          

¿Está usted demasiado ocupado para buscar del Señor? Si es así, se está negando la bendición de tener una relación diaria y personal con Cristo. Si aparta tiempo para Él, recibirá su paz y su gozo, le guiará en sus decisiones, le dará sabiduría y poder para obedecer, le volverá más productivo, y le confortará con su amor.

Biblia en un año: Marcos 3-5

EL PROBLEMA DE LA PEREZA | Dr. Charles Stanley

Las personas pueden engañarse a sí mismas, pero Dios, que ve las malas actitudes y la negligencia, no se complace con las cosas mal hechas.

Leer | Proverbios 6.9-11

13 de octubre de 2015

El libro de Proverbios habla mucho de los perezosos. Los considera unos haraganes que no piensan más allá del día presente (20.4), que se engañan considerándose sabios (26.16), y que van rumbo a la pobreza.

Cuando las personas desarrollan el hábito de la pereza, tienden a dar excusas tales como: “Estaba muy cansado”, “no tuve tiempo” o “no pensé que era necesario”. Evitarán hacer algo que no les guste, aunque sea su responsabilidad, y harán solo lo que les complazca. Lamentablemente, las personas que actúan así tienen problemas para ver con claridad lo que están haciendo mal, y rechazarán cualquier crítica (26.16). Aunque pueden pensar que su egocentrismo pasará desapercibido por los demás, en realidad será evidente para todo el mundo.

Las personas pueden engañarse a sí mismas, pero Dios, que ve las malas actitudes y la negligencia, no se complace con las cosas mal hechas. Él nos ha dado trabajo para hacer, y espera que lo hagamos con esmero. El Señor sabe que las consecuencias de la pereza son serias: en el trabajo serán las críticas, el sometimiento a períodos de prueba, e incluso el despido; en el hogar, las palabras ásperas podrán añadir tensión a la atmósfera a medida que crezca la frustración; y los hijos podrían imitar los indeseables hábitos de trabajo de sus padres.

Si usted es ya un trabajador disciplinado que tiene que interactuar con personas que no lo son, siga agradando al Señor siendo productivo en lo que haga, y enséñeles por medio de su buen ejemplo. Además, pídale que le dé paciencia (Gá 5.22), y sea un reflejo de Cristo para quienes le rodeen.

Biblia en un año: Marcos 1-2

Monday, October 12, 2015

EL PELIGRO DE LA PEREZA | Dr. Charles Stanley

Como embajadores de Dios en el mundo, la conducta irresponsable no corresponde con quienes somos en Cristo.

Leer | 2 Tesalonicenses 3.7-10

12 de octubre de 2015

El Señor ha nombrado a los creyentes sus embajadores en el mundo. Como sus seguidores, debemos representarlo con nuestro carácter, conducta y conversación cada vez que inter–actuemos con las personas que nos rodean.

Dios espera que seamos diligentes en lo que hagamos, y que realicemos bien nuestro trabajo. Sin embargo, en la actualidad es muy fácil volverse víctima de la pereza. Este pecado es peligroso para la vida del creyente, por el daño potencial que puede ocasionar; es capaz de arruinar nuestro testimonio y relaciones afectivas, y hacernos desaprovechar los dones que el Señor nos ha dado. Uno de los resultados negativos de este estilo de vida es un carácter considerado poco honesto e indigno de confianza.

La pereza demuestra con frecuencia la tendencia a postergar las cosas. Por ejemplo, a pesar de que decimos que tomaremos acción, retrasamos una y otra vez la ejecución. O podemos comenzar un proyecto, y luego encontrar razones para no terminarlo. La negligencia es otra manifestación, aunque hacemos el intento de cumplir con nuestras responsabilidades, éstas se llevan a cabo de manera esporádica o incompleta. Las relaciones con nuestros seres queridos son descuidadas, y las necesidades de los demás son ignoradas.

La conducta irresponsable no corresponde con quienes somos en Cristo. Si usted reconoce que ha sido negligente en algún aspecto de su vida, ore diciendo: “Señor, no he vivido como debía, y te pido que me perdones. Decido apartarme de toda actitud de pereza y de toda conducta negligente. Te ruego que me ayudes a seguir adelante, y a convertirme en alguien diligente para ti”.

Biblia en un año: Mateo 27-28

Saturday, October 10, 2015

CÓMO DEFENDERSE DE LA TENTACIÓN | Dr. Charles Stanley

Para construir una defensa contra la tentación, debemos entender cómo funciona.

Leer | Santiago 1.12-16

10 de octubre de 2015

Para construir una defensa contra la tentación, debemos entender cómo funciona. Cada pecado origina un pensamiento, a menudo el resultado de un dardo de fuego que el maligno lanza a nuestro camino (Ef 6.16). Si el creyente se aferra a ese pensamiento, éste se convierte en una fantasía —la oportunidad de imaginar lo que sería llevar a cabo esa idea, sin llegar a practicarla. El problema con las fantasías es que fácilmente pueden turbar las emociones de una persona. Esto crea un deseo, que lleva al creyente al punto donde tiene que tomar una decisión: O consiente el pecado, o lo rechaza. Este proceso es muy peligroso, ya que la evolución del pensamiento hasta la decisión puede ser casi instantánea.

Los creyentes sabios deciden con antelación resistir la tentación, antes de que ella entre en su conciencia. Hay dos puntos de apoyo para una buena defensa: el compromiso de obedecer a Dios, y el reconocimiento de que Él tiene el control y ha limitado lo que Satanás puede hacer (1 Co 10.13).

De la misma manera podemos mantenernos firmes cuando la tentación deja de ser una fantasía. Satanás tiene la forma de llamar la atención al placer del pecado hasta que eso sea lo único que veamos. Pero con un esfuerzo consciente podemos ver todo el panorama: ¿Es esta decisión una violación de la Palabra de Dios? ¿Cuáles son las consecuencias? ¿Estoy dispuesto a pagar ese precio?

Ninguna defensa contra la tentación está completa sin el estudio de la Biblia y la oración, pues ellas edifican nuestra fe. Si el baluarte alrededor de nuestra mente y de nuestro corazón se fortalece, estaremos más que preparados para apagar los dardos de fuego de Satanás.

Biblia en un año: Mateo 22-24

Friday, October 9, 2015

ALIENTO DIVINO EN MOMENTOS DIFICILES | Dr. Charles Stanley

Como hijos de Dios nunca estamos más allá del aliento que nos da el Señor.

Leer | Jueces 7.8-25

9 de octubre de 2015

Ayer leímos la manera como Dios redujo el ejército de Gedeón, de 32.000 a solo 300 hombres, antes de una importante batalla. Hoy veremos lo que pasó después.

Gedeón, sin duda, se sentía ansioso. Iba a atacar a un campamento enemigo de más de 130.000 soldados con solo un puñado de hombres. Pero en este aterrador momento, Dios le dio a Gedeón lo que más necesitaba: aliento.

Dios despertó a Gedeón en medio de la noche, y lo puso en un lugar estratégico para que oyera a un soldado enemigo contar un sueño terrible —¡una visión de la victoria de los israelitas! Esta increíble circunstancia le aseguró a Gedeón que el Señor estaba actuando en su difícil situación. Dios utilizó ese incidente para demostrar su sensibilidad ante el temor de un hombre.

Piense en cuán poderosas son las palabras de aliento de un amigo. Son como una bendición inesperada que nos cae del cielo justamente en el momento más difícil. No se trata de un “afortunado accidente”, sino de palabras preciosas creadoras de confianza, venidas de parte de Dios.

El desafío que tenemos es sencillamente recordar las veces que nuestro amoroso Padre celestial nos dio aliento en el pasado. Confiando en la evidencia de su fidelidad, podemos enfrentar el futuro con valentía, sabiendo que no estamos solos.

Como habitantes de un mundo caído, a veces enfrentaremos angustias, temores y obstáculos al parecer insuperables. Pero, como hijos de Dios, salvados por Jesucristo y seguros en Él, nunca estamos más allá del aliento que nos da el Señor.

Biblia en un año: Mateo 19-21

Thursday, October 8, 2015

CUANDO TODO ESTÁ EN SU CONTRA | Dr. Charles Stanley

Cuando las circunstancias no estén a su favor, no piense que Dios le ha abandonado, manténgase firme y con la mirada puesta en el Señor. 

Leer | Jueces 7.1-7

8 de octubre de 2015

¿Se ha sentido usted alguna vez contra la pared, con todo en su contra? En situaciones así, los cristianos muchas veces se niegan a reconocer una verdad importante: Que Dios sea, en realidad, el causante de sus circunstancias.

Usted podría pensar: No puede ser, porque Dios me protegería de esas cosas. Quienes me están haciendo esto son el mundo y Satanás. Quizás. Sin embargo, es posible que Dios esté tratando de decirle algo, pero Él necesita primero captar su atención.

En la Biblia vemos una y otra vez que el Señor utiliza las circunstancias para desarrollar fe en nosotros. Es fácil confiar en Él cuando todo nos va bien. Pero Dios muchas veces nos quita comodidades y falsas seguridades para recordarnos que Él es nuestra única fuente de fortaleza.

Piense en el pasaje de hoy. Gedeón estaba listo para dirigir un ejército poderoso de 32.000 hombres contra el enemigo. Pero el Señor intervino en tres momentos distintos, reduciendo a menos del uno por ciento el tamaño original del ejército israelita. Nosotros habríamos respondido: “¿Qué?” ¡Es imposible derrotar las fuerzas enemigas con solo 300 hombres!” Eso probablemente era cierto; 300 hombres solos no podían, pero el Señor sí podía —y esa fue la lección que Gedeón aprendió.

Cuando las circunstancias no estén a su favor, no piense que Dios le ha abandonado. Sus amigos, dinero y éxito pueden desaparecer, pero estos no ganarán la batalla de todos modos. Manténgase firme, con la mirada puesta en el Señor, y una vez que se quede sin nada, se maravillará de lo que su Padre celestial hará.

Biblia en un año: Mateo 16-18

Wednesday, October 7, 2015

RESPUESTA A LA SANTIDAD DE DIOS | Dr. Charles Stanley

La santidad de Dios es tan magnífica que hace que las personas respondan de diversas maneras.

Leer | Isaías 6.1-8

7 de octubre de 2015

Una puesta de sol impresionante, un arcoíris, las primeras flores de la primavera, y muchas otras manifestaciones de la naturaleza provocarán reacciones fuertes. De manera similar, la santidad de Dios es tan magnífica que hace que las personas respondan de diversas maneras.

Isaías tuvo una visión de la pureza moral y la santidad del Señor. Cuando vio a Dios sentado en un trono en todo su glorioso esplendor, el profeta exclamó: “¡Ay de mí, que soy muerto!” (Isaías 6.5). Un destello de la perfección divina hizo que Isaías reconociera su propia condición de pecado y la santidad de Dios. Pedro tuvo una reacción similar cuando estuvo en la presencia del Salvador. Después de que el Señor llenó milagrosamente las redes de pesca, el discípulo cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: “Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador” (Lc 5.8). Sin embargo, los líderes religiosos de esa época tuvieron una actitud diferente. Cuanto más escuchaban la predicación de Jesús y veían su obra, más furiosos se volvían.

Somos embajadores de Cristo en un mundo que sufre, y debemos demostrar amor por los demás. Pero, a veces, quienes no están morando en Cristo experimentarán lo que llamo “calor santo”. Las personas que han rechazado a Jesús pueden actuar como si estuviéramos tratando de forzarlos a creer en Él. Y los cristianos que viven en rebeldía contra Dios pueden llegar a sentirse incómodos en compañía de quienes permanecen en Jesús; incluso, pueden ignorar el consejo de creyentes que les han amado y aconsejado durante años.

Dios quiere que vivamos nuestra fe en amor, a pesar de las reacciones de los demás. ¿Está presente su fe en cada aspecto de su vida?

Biblia en un año: Mateo 13-15

Tuesday, October 6, 2015

LA SANTIDAD DE DIOS | Dr. Charles Stanley

Jesucristo cierra la brecha que hay entre el Dios santo y el hombre pecador. 

Leer | Apocalipsis 4.1-11

6 de octubre de 2015

Dios está libre de pecado. No hay ninguna maldad en sus pensamientos, motivos o acciones. Debido a su carácter santo, ama al pecador, pero detesta el pecado.

La santidad del Padre celestial se revela no solo en su pureza moral, sino también en su separación del mal. Por su carácter justo, no puede tolerar o ignorar el pecado. Su justicia requiere que toda transgresión sea pagada, y el único pago aceptable es la muerte (Ro 6.23).

Solo la fe en Jesucristo cierra la brecha que hay entre el Dios santo y el hombre pecador. El Hijo de Dios, después de haber vivido sin pecar, murió para pagar nuestra deuda de pecado y ofrecernos una manera de relacionarnos con el Dios justo. El Padre celestial, después de haber aceptado el pago del Señor Jesús por el pecado, invita a todas las personas a convertirse en sus hijos.

En primer lugar, debemos reconocer que no podemos perdonar nuestros pecados. Por tanto, debemos confesarlos y pedirle al Señor que nos perdone, basados en el hecho de que Cristo pagó totalmente la pena por nuestros pecados, después de sufrir la ira, condena y juicio de Dios en nuestro lugar. Dios nos justifica en el momento que recibimos al Señor Jesús como nuestro Salvador personal —el Juez de toda la humanidad declara que ya no somos culpables. Él acepta la transferencia de nuestra culpa a su Hijo, quien se presentó como nuestro sustituto.

Perdonados de todos nuestros pecados. Vestido con la justicia de Jesús. Hechos hijos del Dios santo. Estos son los regalos que el Padre nos da una vez que hemos aceptado al Señor Jesús como nuestro Salvador por la fe en Él. Cuando le damos nuestra vida, Él nos da la suya.

Biblia en un año: Mateo 11-12

Monday, October 5, 2015

¿QUÉ ES LA IGLESIA? | Dr. Charles Stanley

¿Se ha preguntado usted cuál es el papel que debe jugar en el ministerio de la Iglesia?

Leer | Colosenses 1.18

5 de octubre de 2015

Cuando la mayoría de las personas escuchan la palabra iglesia, en lo primero que piensan es cierto tipo de edificio. Pero veamos lo que Cristo dijo acerca de la Iglesia, para que podamos entender su significado bíblico.

En Mateo 16.18, el Señor Jesús proclamó: “edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Obviamente, tenía en mente algo mucho más grande que una simple estructura arquitectónica. En efecto, se estaba refiriendo a todo el cuerpo de Cristo, formado por los creyentes que, habiendo puesto su fe en el Señor Jesús como su Salvador personal, son ahora hijos del Padre celestial. La iglesia comenzó en el día de Pentecostés, cuando vino el Espíritu y ungió a un grupo de seguidores de Jesús (Hch 2). Ella permanecerá hasta que se produzca un acontecimiento conocido como el rapto de la iglesia, cuando cada creyente en Cristo será arrebatado para recibir al Señor en el aire (1 Ts 4.17).

La Iglesia no es simplemente un lugar para la acción social o el compañerismo, aunque estos son aspectos importantes de su ministerio. Más bien, es todo el cuerpo de Cristo, enviado de manera institucional e individual, y facultado por el Espíritu Santo para llevar a cabo la tarea designada por el Señor Jesús. En otras palabras, el propósito y la obra de la Iglesia son llevar a las personas al conocimiento del Señor Jesucristo, y hacer discípulos, enseñándolos y desarrollándolos en el conocimiento de los asuntos de Dios (Mt 28.19, 20).

Nuestra responsabilidad es obedecer. ¿Se ha preguntado usted cuál es el papel que debe jugar en el ministerio de la Iglesia?

Biblia en un año: Mateo 8-10

Sunday, October 4, 2015

JESÚS LE ENTIENDE | Dr. Charles Stanley

Si usted está pasando por algún tipo de aflicción, recuerde las pruebas de Jesús, y hallará consuelo sabiendo que Él le entiende.

Leer | Hebreos 4.14, 15

4 de octubre de 2015

Las personas tratamos, muchas veces, de consolar a quienes atraviesan situaciones difíciles en la vida. Pero, a veces, las expresiones de consuelo generan más dolor. Por ejemplo, las bienintencionadas palabras de “te entiendo”, suenan vacías si quien las dice nunca ha experimentado la misma situación.

Sin embargo, todos deseamos ser comprendidos. El pasaje de hoy nos asegura que Jesús nos entiende de verdad, porque Él experimentó luchas como las nuestras.

El escritor de Hebreos se refiere a Jesús como nuestro sumo sacerdote. Cada año, el hombre que ocupaba ese cargo ofrecía un sacrificio por el pecado (Lv 6). El sumo sacerdote era el puente que tenía el pueblo hebreo para acercarse a Dios. Cristo no solo tomó para sí este papel, sino que también se convirtió en el sacrificio cuando murió en la cruz. Él está ahora sentado a la diestra del Padre en el cielo, e intercede por nosotros.

Esto es inmensamente consolador, pero además nos recuerda que Cristo comprende realmente nuestro dolor y nuestras debilidades. Él enfrentó las mismas tentaciones, necesidades y aflicciones que nosotros experimentamos. Por ejemplo, una persona que ha sido abandonada puede tener la seguridad de que Cristo también supo lo que era la traición (cuando Judas se volvió contra Él), la soledad (cuando Pedro negó conocerle), y la depresión (cuando enfrentó la separación de su Padre celestial).

Si usted está pasando por algún tipo de aflicción, recuerde las pruebas, sufrimientos y tentaciones de Jesús, y hallará consuelo sabiendo que Él le entiende.

Biblia en un año: Mateo 5-7

CÓMO DESARROLLAR AMISTADES VERDADERAS | Dr. Charles Stanley

Cómo desarrollar amistades verdaderas

Fuimos creados para tener compañerismo verdadero basado en respeto mutuo, amor genuino y fidelidad.

Leer | 1 Samuel 18.1-3

3 de octubre de 2015

Todos anhelamos amistades genuinas. Dios nos creó con esta necesidad; no para vivir en aislamiento.

Nuestro mundo está tan influenciado por la tecnología, que muchas personas tratan de aliviar su soledad relacionándose virtualmente. Sin embargo, la tecnología no puede reproducir el compañerismo humano que el Creador tuvo en mente. Las buenas amistades no se dan por casualidad; exigen esfuerzo y sacrificio.

Ayer vimos, al considerar a David y Jonatán como el modelo bíblico de compañerismo, cuán vital es el respeto mutuo en una buena amistad. Veamos ahora dos aspectos más de su relación. Estos hombres sentían amor mutuo; sus corazones estaban muy unidos (1 S 18.1). Cuando uno de ellos experimentaba alegría o tristeza, el otro sentía lo mismo.

También tenían fidelidad mutua, el tipo de compromiso que implica dar. Para demostrarle su lealtad, Jonatán le dio a su amigo cosas materiales —su manto y su arma. Pero esos dos hombres también se dieron abnegadamente: Jonatán hasta arriesgó su vida y su reinado futuro para salvar a David de ser ejecutado. Notemos que Jonatán solía ser quien tomaba las iniciativas, y quién más daba. Era un príncipe, mientras que David era un humilde pastor. La condición social no debe ser un estorbo para cultivar una verdadera amistad.

Fuimos creados para tener compañerismo verdadero basado en respeto mutuo, amor genuino y fidelidad. Esto requiere, no solo tiempo y lealtad, sino también transparencia. Tomar ese riesgo exige confianza, pero las amistades genuinas bien valen el esfuerzo.

Biblia en un año: Mateo 1-4

Friday, October 2, 2015

CÓMO CREAR RELACIONES DURADERAS? | Dr. Charles Stanley

¿Cuántos amigos genuinos de verdad tiene usted? 

Leer | Romanos 12.10

2 de octubre de 2015

¿Cuántos amigos de verdad tiene usted? Al principio, pueden venirle muchos nombres a la mente, pero cuanto más tiempo pase considerando la pregunta, lo más probable es que ese número disminuya. La realidad es que no tenemos muchos amigos genuinos, esos que se mantendrán fieles no importa las circunstancias que se presenten.

Esta confiable y cercana intimidad es la que el Señor quiere para nosotros, pero es un raro tesoro. El relato bíblico sobre David y Jonatán puede ayudarnos a saber cómo desarrollar esta relación (1 S 18—20). Su historia demuestra que las amistades genuinas se crean sobre el fundamento del respeto mutuo, el amor y el compromiso verdadero. Hoy examinaremos el primer componente.

Para un compañerismo verdadero, cada parte debe apreciar las cualidades espirituales de la otra persona. Esto comienza con la actitud de valorar a todas las personas, sabiendo que fueron creadas a imagen de Dios, y que Él las ama. Después de todo, Jesús eligió morir por ellas, y por eso tienen gran valor. Pero, al mismo tiempo, la estimación que David y Jonatán sentían mutuamente era más que simple respeto; revelaba admiración por los atributos que resalta la Palabra de Dios, entre estos la lealtad a la nación de Israel, valentía en la batalla y gran fe en Dios.

Piense en la pregunta que le hice al comienzo en cuanto a las personas que usted considera “amigos de verdad”. ¿Muestran esas personas las características espirituales que usted admira? ¿Tienen ellas, a su vez, admiración por las cualidades bíblicas que ven en usted? Este respeto mutuo y bíblico es un fundamento indispensable para una amistad verdadera.

Biblia en un año: Malaquías 1-4

Thursday, October 1, 2015

RECORDAR LA BONDAD DE DIOS | Dr. Charles Stanley

Cuando se trata de bendiciones, ¿tiende usted a ser olvidadizo? Si es así, trate de crear recordatorios de la fidelidad de Dios. 

Leer | Josué 3.14 — 4.7

1 de octubre de 2015

Algunas personas tienen una capacidad excepcional para recordar hechos o imágenes. Pero olvidar la bondad de Dios es muy común, aun para aquellos que tienen buena memoria.

En vista de la tendencia humana a olvidar, los versículos de hoy ofrecen un buen ejemplo que debemos seguir. Dios había sacado a los israelitas de Egipto y conducido a salvo a través del mar Rojo, cuyas aguas fueron divididas.

El Señor sabía que el pueblo estaba a punto de entrar y conquistar a Jericó. ¡Qué misericordioso fue al animarlos con una ilustración tangible de su poder antes de esa batalla!

Pero Dios también sabía cuán fácilmente se habían olvidado de Él. Hoy nosotros hacemos lo mismo; cuando el Señor actúa de una manera grandiosa y evidente es fácil confiar en Él. Pero a medida que pasa el tiempo, nos volvemos autosuficientes hasta que recordamos nuestra necesidad de Él y nos arrepentimos. Por eso, el Padre tenía un plan para ayudar a su pueblo a recordar el milagro que había evidenciado. Le pidió que levantara un altar de doce piedras; cada una de ellas representaba a una tribu de Israel que había pasado a salvo por las aguas. De esta manera, el pueblo de Dios tendría un recordatorio visible de la salvación divina.

Cuando se trata de bendiciones, ¿tiende usted a ser olvidadizo? Si es así, trate de crear recordatorios de la fidelidad de Dios. Algunas personas llevan un diario; otras, escriben palabras de agradecimiento como parte de su actividad diaria. Pero no importa lo que usted haga, asegúrese de recordar la participación del Señor en su vida.

Biblia en un año: Zacarías 11-14