Friday, June 30, 2017

El poder del Espíritu Santo en acción | Romanos 8:26 -27 | Dr. Charles Stanley | 6/30/17

El Espíritu Santo mora en el creyente desde el momento de la salvación; lo cual significa que su poder es asequible a partir de ese momento (Ef 1.13). Dios creó una manera sencilla para que tengamos acceso a ese poder cada día.

Primero, debemos aceptar que nuestra naturaleza pecaminosa nos impide hacer la voluntad de Dios. No importa qué tan capaces seamos, nuestras fuerzas y sabiduría no son suficientes. A veces, los cristianos se sienten orgullosos por el bien que han hecho o por el número de años que han sido salvos. Imagínese cuánto más pudiéramos servir al Señor si humildemente dejáramos que Dios obrara por medio de nosotros.

Segundo, debemos rendir toda nuestra vida a la guía y gobierno del Espíritu Santo. Es decir, conducir nuestro andar espiritual —y también nuestra profesión, finanzas, familia y relaciones— como Dios quiere. El Espíritu Santo de Dios no liberará su poder sobrenatural en una vida que sigue en rebeldía.

Tercero, debemos tener fe, lo que significa demostrar convicción y confianza en el Señor. La fe es lo que libera el poder del Espíritu. Es como decir: “Creo que tienes un plan, Señor, así que voy a tener fe en que me darás lo que necesito para hacer tu voluntad”. Entonces, Él moverá cielo y tierra para satisfacer su necesidad, cualquiera que sea.

Pero no es suficiente memorizar y revisar los pasos. Hay que hacer de estos principios un estilo de vida. Acostúmbrese a pensar: “Yo no puedo, pero Dios sí; me someteré a su voluntad, porque sus planes son para mi bien y para su gloria”. Esa es la clase de vida que rebosa con el poder del Espíritu Santo.

Thursday, June 29, 2017

EL PODER INTERIOR | Efesios 3.14-21 | Dr. Charles Stanley | 6/29/17

Bertha Smith, una misionera sirviendo en la China, me dijo una vez unas de las palabras más desalentadoras que yo haya escuchado: “Charles, quiero decirte que no podrás ser mejor de lo que fuiste, de lo que eres ahora y de lo que podrás ser”.

Yo había crecido creyendo una mentira: que los creyentes tenían que fatigarse tratando de hacer todo bien todo el tiempo. Por fortuna, Bertha no había terminado. “Dios nunca tuvo la intención de que fueras mejor, porque tú no puedes cambiar tu condición humana”, dijo. “Pero el Espíritu Santo, que vive en ti, te permitirá ser mejor”.

Ella tenía razón. Mi carne no ha cambiado una pizca. Pero el Espíritu Santo libera su poder sobrenatural en mi vida, y me encuentro más allá de lo que es inherente a mi propia naturaleza humana. Y es por esa razón que el Señor habita en toda persona que le obedece.

Aunque las obras del Espíritu Santo son numerosas, cuatro de ellas son básicas para la vida de fe: 1) El Espíritu ilumina la mente para que los creyentes entiendan las cosas de Dios. 2) Dinamiza los cuerpos físicos para que sirvan al Señor. 3) Capacita su voluntad para seguir haciendo lo correcto. 4) Vivifica sus emociones para sentir y expresar el fruto del Espíritu (Gá 5.22, 23).

Bertha Smith me enseñó una verdad importante: la carne es insuficiente. Solo el Espíritu Santo que vive en nosotros tiene el poder y la sabiduría para que podamos vivir en victoria. Es por eso que Dios nos lo dio. Por el Espíritu cosechamos todos los beneficios de una vida recta y consagrada a Cristo.

Wednesday, June 28, 2017

La mente reprobada | Romanos 1:21-32 | Dr. Charles Stanley | 6/28/17

Dios se ha revelado a la humanidad, y ha dado todo lo necesario para tener una relación con Él. Sin embargo, muchos rechazan tontamente su ofrecimiento.

Al elegir vivir sin Dios, la persona cae en una espiral descendente de pecado, y de una percepción errada de la verdad que es evidente por todas partes. Cuando la ignorancia vence la capacidad del entendimiento inteligente, se tiene un corazón cada vez más oscurecido. La persona ansía tener algo que llene su vacío, pero no es capaz de reconocer que solo el Señor puede satisfacer su anhelo.

Deseando llenar su vacío espiritual, la persona buscará un ídolo al cual adorar. No será una estatua de madera o de oro, sino algo sobre lo cual centrará sus afectos. “Ídolos” son las cosas que ocupan el fervor, el tiempo y la energía de la persona; en el mundo de hoy toman a menudo la forma de dinero, prestigio y relaciones. El “adorador” comienza a abandonarse a los placeres y deseos terrenales. Pero nada puede satisfacer el vacío. Al final, como muestra claramente Romanos 1.28, el Señor lo entregará a una mente reprobada, una mente incapaz de discernir el bien.

Recordemos que el Padre celestial desea relacionarse con nosotros. Hasta dio a su Hijo para hacer esto posible. Es el hombre quien lo rechaza, y comienza así el camino hacia la incredulidad y la soledad.

Mire a su alrededor; observe la abundante evidencia que apunta hacia un Dios santo y amoroso que desea ser nuestro amigo. No rehúse su invitación; las consecuencias del rechazo son demasiado peligrosas, pero los beneficios de aceptarlo no son comparables con nada que usted pueda imaginar (Ef 3.20)

Tuesday, June 27, 2017

El privilegio de conocer a Dios | Salmo 19:1-6 | Dr. Charles Stanley | 6/27/17

No hay mayor privilegio que conocer a Dios, ni mayor tragedia que no tener una relación con Él. Sin embargo, muchas personas pasan toda su vida separadas del Señor Jesús; por tanto, cuando mueran estarán separadas de Él para siempre.

Mientras están en la Tierra, tanto justos como injustos disfrutan de los beneficios de la bendición divina (Mt 5.45), por lo que, quienes deciden vivir sin Cristo, probablemente no tienen idea de lo terrible que será la eternidad sin Dios. Algunas personas parecen hacer caso omiso de las advertencias de la Biblia sobre “las tinieblas de afuera”, el “lloro” y “el crujir de dientes” (Mt 25.30). ¿O será porque nunca han escuchado las buenas nuevas de salvación? Romanos 1.18-20 dice que la creación ofrece tanta evidencia sobre Dios, que el hombre es responsable por su incredulidad. Piense en el diseño, la belleza y el orden de la naturaleza; estas cosas no han surgido simplemente por sí solas.

Además, Dios se manifiesta en la conciencia humana (Romanos 2.14, 15). Aun las sociedades que no tienen acceso a las Sagradas Escrituras prohíben conductas perversas como violación sexual, asesinato y robo. Además, tenemos la revelación de Dios de sí mismo tanto en su Palabra como en la encarnación de Jesús (Jn 14.7-9). Cristo, que era plenamente Dios, se hizo plenamente hombre. Y su vida perfecta muestra el carácter y el corazón del Padre celestial.

¿Puede usted ver evidencia del Todopoderoso en la creación y en la “ley” escrita en su conciencia? ¿Busca conocerle mejor por medio de su Palabra y el ejemplo de Cristo? El Señor desea tener una relación con usted, y le está llamando. Responda con un corazón deseoso de conocerle, y verá su revelación.

Friday, June 23, 2017

Dios está presente en los días malos | Génesis 39:1-23 | Dr. Charles Stanley | 6/23/17

En las noticias vemos regularmente imágenes de calamidades en nuestro mundo. Y, en lo personal, también experimentamos tiempos difíciles. Lo mismo sucede con familiares y amigos que enfrentan dificultades con sus hijos, la pérdida de empleos y rupturas matrimoniales.

Como cristianos, tenemos un Padre celestial que ha prometido estar con nosotros en nuestras dificultades. Podemos confiar en Él; Dios sabe antes que nosotros lo que sucederá; nada está oculto a sus ojos (He 4.13). Él ve en la oscuridad de los tiempos borrascosos, con tanta claridad como lo hace a la luz del día (Sal 139.11, 12). Por medio de su Espíritu, el Señor nos da consuelo, fortaleza y sabiduría para perseverar.

La historia de José ilustra esta verdad. Tras ser rechazado por sus hermanos y vendido como esclavo, fue acusado falsamente por la esposa de su amo y encarcelado. Pero en medio de esos malos momentos, el joven hebreo experimentó la presencia y el favor de Dios.

Dudo que José comprendiera los designios del Señor durante su esclavitud y encarcelamiento. Pero después, como segundo al mando de Faraón, entendió el propósito de Dios al permitir esos años difíciles. Dios usó todas las adversidades en la vida de José para lograr su magnífico plan (Gn 45.4-8; 50.20).

Cuando los problemas le golpeen, recuerde la verdad de Dios y cobre ánimo. El Espíritu Santo que mora en nosotros tiene los recursos para darnos lo que necesitamos, prepararnos para la experiencia y sostenernos con su presencia durante los días malos. Nada puede impedir que los propósitos de nuestro Señor se cumplan (Is 14.27).

Thursday, June 22, 2017

La razón por la que servimos | Colosenses 3:23-24 | Dr. Charles Stanley | 6/22/17

Dios nos manda en su Palabra a servir a los demás (Ga 5.13). Sin embargo, habrá personas que nos harán difícil cumplir esta orden.

Afortunadamente, una definición bíblica sobre el servicio puede ayudarnos a obedecer la orden del Señor, no importa quién pueda ser el beneficiado. La razón es que es Dios a quien servimos realmente.

Si tenemos esta motivación en todo lo que hacemos, eso repercutirá en la calidad de nuestro trabajo y evitará que nos desanimemos. Entonces, cualquiera que sea nuestra tarea —dirigir una empresa, enseñar niños, o hacer algo que parece poco atractivo— si nuestro propósito es glorificar a Dios, daremos lo mejor de nosotros con su poder. Y esperaremos confiadamente en que Él nos utilizará para sus propósitos, aunque la tarea que hagamos nos parezca sin fruto a nosotros o a los demás.

Cuando yo era niño, tenía que despertarme antes del amanecer para repartir periódicos. Aun bajo lluvia o nieve, tenía que hacer el trabajo, y eso era difícil para mí. Entonces el Señor puso en mi corazón que yo no estaba simplemente llevando periódicos a gente de mi ciudad, sino que estaba sirviéndole a Él. Al entender más esta verdad, despertarme y trabajar era algo que podía hacer con un propósito. En verdad, no siempre tenía ganas de enfrentar el trabajo, pero mis sentimientos ya no eran importantes. Estaba sirviendo a mi Creador.

No importa lo que Dios nos pida que hagamos, podemos obedecer con gozo si lo hacemos para el Señor Jesús. Si esta es nuestra motivación, no necesitaremos la aprobación del mundo. Solo necesitaremos saber que Dios está complacido, y que promete recompensar a quienes le sirven (He 11.6).

Tuesday, June 20, 2017

El trabajo es un ministerio | Efesios 6.5-8 Dr. Charles Stanley | 6/20/17

Los cristianos, a veces, cometemos el error de separar la vida laboral de la espiritual. Este modo de pensar dice: “El domingo es el día del Señor, pero el resto de la semana me pertenece”. Esta manera de vivir no es bíblica. El Espíritu Santo tiene que estar involucrado en todo lo que hagamos, y debemos reconocerlo como nuestro guía, consolador e intercesor, sin importar el lugar en el que estemos.

El apóstol Pablo enseña claramente que el trabajo debe hacerse como para el Señor (Col 3.23). Otras personas pueden hacer un trabajo mejor por tener mayor destreza o experiencia, pero los creyentes debemos ser conocidos por hacer un trabajo de calidad de manera oportuna, acertada y cuidadosa. Y podemos confiar en que el Espíritu Santo nos capacitará para hacerlo.

Servir al Señor en el trabajo significa que nuestro entorno laboral es también nuestro lugar de ministerio. Un trabajo provee dinero para mantener a la familia, pero cuando se hace con fidelidad, se convierte en mucho más que un simple medio de ganarse la vida. Nuestro trabajo también cultiva el carácter, crea un sentido de autoestima y desarrolla destrezas. Además, al estar rodeados de compañeros de trabajo durante varias horas al día, forjamos relaciones, damos testimonio de nuestra fe y glorificamos a nuestro Padre celestial.

El trabajo no debe ser visto como una carga; es una oportunidad para demostrar amor al Señor. La recompensa para quienes sirven a Dios y aman a otros con su trabajo, es mayor que un sueldo. Son bendecidos con un ministerio —un campo de cosecha para el reino, justo dentro de la fábrica, la oficina, o en el lugar de construcción.

Monday, June 19, 2017

La prueba de nuestra fidelidad |Hebreos 11.8-9 | Dr. Charles Stanley | 6/19/17

En las pruebas, el Señor nos enseñará nuevas y más profundas verdades en cuanto a Él, sus propósitos y sus promesas. Aunque en tiempos de sufrimiento sentimos que hemos llegado al límite, esas dificultades están destinadas siempre para nuestro beneficio.

Desde la perspectiva humana, los tiempos de prueba pueden ser desconcertantes, porque no entendemos cómo pueden resultar para bien. Pensemos en la orden que dio Dios a Abraham de sacrificar a Isaac, su tan largamente esperado hijo. El punto de vista terrenal de Abraham pudo haber considerado como:

Absurda. “Yo amo a mi hijo por encima de todo. ¿Cómo puedes pedirme esto?”

Inapropiada. “¿Por qué ahora, Señor? Mi hijo es todavía joven. Él es por medio de quién han de venir mis descendientes”.

Injusta. “No es justo que me pidas esto. ¿No dejé mi tierra y mi familia para obedecerte?”

Insoportable. “Esto es demasiado difícil para mí. No podré soportar ese dolor”. Pero Abraham confió en Dios, y la prueba reveló la inquebrantable fidelidad de Abraham al plan del Señor.

Gracias a que Dios sabe qué circunstancias nos ayudarán a crecer, nos pide que tengamos fe y decidamos hacer su voluntad. Recordar su amor infinito y su fidelidad plena, nos ayudará a lograrlo.

Imaginémonos el gozo de Abraham cuando el Señor proveyó un carnero como sacrificio en reemplazo de Isaac. Nosotros recibiremos la misma recompensa del gozo espiritual si permanecemos firmes.

Friday, June 16, 2017

El amor incondicional de Dios | Romanos 5.6-8 | Dr. Charles Stanley | 6/16/17

Para los creyentes nuevos puede ser difícil aceptar que Dios les ame tal como son. La mayor parte del mundo funciona por el amor condicional: se da aprobación y aceptación de acuerdo a los méritos. Por eso, cuando venimos a Cristo por primera vez, normalmente tendemos a dar por sentado que debemos esforzarnos por “ganar” las bendiciones, tales como la riqueza económica, familias amorosas y carreras sólidas.

Pero el amor divino nunca puede ganarse por el esfuerzo humano. No hay absolutamente nada que podamos hacer para que nuestro Padre nos ame más. Tampoco podemos influenciarlo para que deje de amarnos. (Vea Ro 8.38, 39). Muchos creyentes entienden esto intelectualmente, pero pueden tener dificultad para creerlo en lo más profundo de su ser.

No importa lo que haya sucedido en su pasado o lo que sienta en este momento, el amor de Dios siempre le ha sido dado a usted gratuitamente. Nuestro Padre celestial derrama su amor sobre nosotros sin excepción —sin que tengamos que merecerlo. No es que Él hubiera aplazado amarle hasta el momento en que usted lo invitó a su vida. Tampoco comenzó a amarle cuando comenzó a ir a la iglesia o después de haber sido bautizado. En realidad, el Señor nunca comenzó a amarle de alguna manera; Él, simplemente, siempre lo ha hecho. Desde la creación del mundo, Dios le conoció y le amó (1 Jn 4.19, Sal 139.13-16).

¿Está usted regocijándose en el amor del Padre celestial o teme perder ese amor? Reconocer la maravillosa verdad del amor incondicional de Dios transforma nuestra vida. Abra de corazón sus brazos al amor de Dios hoy.

Thursday, June 15, 2017

Cómo entender la vida cristiana | Gálatas 1:11-17 | Dr. Charles Stanley | 6/15/17

¿Alguna vez se ha preguntado por qué algunos creyentes nuevos parecen remontarse en su nueva relación con el Señor, mientras que otros caen en picada después de unas pocas semanas? Examinemos a qué se debe la diferencia.

Quienes hemos sido cristianos por largo tiempo, podemos olvidar que la salvación implica un cambio, no solo en el estilo de vida, sino también en la manera de pensar y entender. Poco después de encontrarse con el Señor en el camino a Damasco, Pablo se retiró a Arabia por un tiempo. Antes de que el apóstol pudiera comenzar su ministerio, su mente tenía que ser reprogramada, por lo que necesitaba aprender del Señor (Ro 12.2). Veamos algunos términos que ayudan a explicar lo que se entiende por “ser salvo”:

Nacido de nuevo (Jn 3.3; 2 Co 5.17). El nuevo nacimiento significa una vida nueva. Implica empezar de nuevo; la vieja vida no es renovada, es reemplazada por una nueva.

Convertido (1 Ts 1.9). Convertir algo significa cambiarlo, como el dinero que se cambia de una divisa a otra, o la energía que ha sido cambiada de una forma a otra. La vida cristiana debe generar un cambio.

Recibir a Cristo (Jn 1.12). Pensamos, por lo general, que la salvación es algo que Dios nos da, pero es más que eso. Cuando alguien pone su fe en Cristo, le da la bienvenida al Señor para que viva en su corazón.

Piense en cómo pensaba y vivía antes de conocer al Salvador. ¿De qué maneras ve un cambio genuino? Pídale a Dios que le revele los aspectos de su vida en la que la vida de Cristo necesita volverse más evidente.

Wednesday, June 14, 2017

La obediencia que agrada a Dios | 1 Samuel 15 | Dr. Charles Stanley | 6/14/17

La manera más evidente de apartarse de la voluntad de Dios es pecar intencionalmente. De hecho, es tan evidente que usted pudiera preguntarse el porqué lo señalo. La razón es que muchas veces escucho a cristianos tratando de justificar la obediencia parcial.

El rey Saúl ofreció muchas excusas para ignorar las instrucciones del Señor. Dios había ordenado a los israelitas que destruyeran a los amalecitas y todo lo que tenían. Pero dejaron con vida a los mejores animales y también a su líder, Agag. Muy orgulloso de sí mismo, Saúl le informó a Samuel que había hecho lo que le había sido ordenado, aunque se había quedado con algunos animales (1 S 15.15); y para justificarlo, trató de culpar a otros. Sin embargo, los súbditos de un rey no pueden actuar de una manera tan atrevida sin su conocimiento y permiso.

Además, Saúl no se detuvo allí. Dijo que había salvado a los animales con el fin de sacrificarlos para Dios, lo cual debió de haberle sonado muy reverencial a sus propios oídos. Pero Samuel no se dejó engañar; llamó la acción de Saúl por su verdadero nombre: obstinación (1 S 15.23).

Nuestras razones para obedecer parcialmente pueden parecer lógicas, pero eso sigue siendo rebeldía. Las excusas y las justificaciones no harán cambiar a Dios en lo más mínimo. Él no modifica su voluntad para complacer los deseos o el “sentido común” de las personas, sino que busca seguidores fieles.

¿Está usted tratando de justificar alguna decisión o conducta? Recuerde que la obediencia parcial es, en realidad, desobediencia a los ojos del Señor, y ningún pecado vale la pena como para permanecer fuera de la voluntad de Dios.

Tuesday, June 13, 2017

La desobediencia a Dios | 1 Samuel 13.5-14 | Dr. Charles Stanley | 6/13/17

Saúl lo tenía todo a su favor. Era el hijo de un respetado soldado, era bien parecido y tenía un físico excelente (1 S 9.2). Y puesto que Dios lo eligió para dirigir a Israel en un tiempo cuando la nación tenía enemigos formidables, podemos suponer que también era un líder valiente y carismático. Hasta el profeta Samuel fue impresionado, y habló con admiración de Saúl en su coronación: “No hay semejante a él en todo el pueblo” (1 S 10.24).

Pero, a pesar de todos los atributos positivos de Saúl, éste pasó gran parte de su reinado desobedeciendo al Señor. Los errores de juicio del rey se debieron más que todo a que se creía mejor de lo que era. Un grave error desataría una reacción en cadena de pecados, como vemos en su desesperada búsqueda de la vida de David (1 S 18–26).

El Señor detesta la arrogancia en el corazón de los hombres. Cuando la persona tiene muy alto concepto de sí misma (Ro 12.3), deja de confiar en la gracia divina para tomar sus decisiones. Las consecuencias de esa manera equivocada de pensar son terribles. Por ejemplo, el rey pensaba que era tan grande, que ignoró la ley de Dios y ofreció un sacrificio antes de una batalla, en lugar de Samuel. Saúl rechazó someterse al mandamiento de Dios, y por eso el Señor le dio el reino a un hombre que sí lo haría (1 S 16.13, 14).

La soberbia aleja a una persona de los caminos del Señor. Con cada paso en falso, los corazones arrogantes se hunden en un desierto espiritual. Nada de valor eterno se puede encontrar en un lugar tan desolado. Pero el Señor dará una gozosa bienvenida a sus seguidores arrepentidos. Las bendiciones y el gozo aguardan a quienes andan en armonía con Él y buscan hacer su voluntad.

Monday, June 12, 2017

Dios tiene un propósito para las tormentas | Salmo 119.71 | Dr. Charles Stanley | 6/12/17

Tal vez usted ha visto un programa de televisión en el que una persona distraída está a punto de ponerse al frente de un vehículo en marcha. De repente, otra persona corre hacia ella, y la sujeta fuertemente para evitar una catástrofe. Atónita e indignada, la casi víctima se irrita y se dispone a pegarle a su salvador; es decir, hasta que se da cuenta de que acaba de ser salvada de algo terrible. Lo que al principio parecía malo, resultó ser muy bueno.

Las tormentas en nuestra vida pueden, a veces, tener un propósito semejante. Es fácil estar tan atrapados en la rutina diaria, o preocupados por perseguir una meta, que no nos damos cuenta del bien que el Señor tiene en mente. Cuando estamos enfocados en nuestros deseos, también nos hacemos más vulnerables a tomar decisiones que no concuerdan con su Palabra.

Puesto que Él quiere lo mejor para sus hijos, nuestro Padre celestial hará todo lo que sea necesario para ponernos en una posición que nos permita recibir su bendición. Ahí es cuando de repente nos encontramos en medio de una tormenta; la vida estuvo antes soleada y resplandeciente, pero ahora nos enfrentamos a la turbulencia o incluso al dolor. Esos reveses pueden tomarnos desprevenidos, y hacer que nos preguntemos, ¿Por qué permite Dios que me suceda esto?

Aunque el Señor permite, a veces, tormentas en forma de problemas y dificultades, su propósito nunca es hacernos daño. Si usted está pasando por una prueba difícil en este momento, Dios puede estar tratando de dirigir su atención hacia Él. Es posible que esté trastornando los planes que usted tiene para poder llevar a cabo los de Él.

Friday, June 9, 2017

Vivamos nuestra fe | 1 Pedro 1:6-9 | Dr. Charles Stanley | 6/9/17

La fe genuina tiene su base en la Biblia y abraza sus principios eternos. La fe verdadera cree en que Dios es quien dice ser y en que hará todo lo que ha prometido.

Tal fe es digna de ser compartida con otros. Para empezar, podemos expresar verbalmente nuestras convicciones. Pero, más allá de eso, podemos ser ejemplos de personas de fe, una manera efectiva de tener una influencia positiva a favor de Cristo.

Cuando estaba en la escuela secundaria, fui a visitar a mi abuelo durante una semana. Pasamos mucho tiempo conversando; escuchaba con atención lo que decía, y me habló de las maneras como Dios había actuado en diversas situaciones de su vida a lo largo de los años. Al final de esa semana, regresé a casa pensando: “Señor, si hiciste eso con mi abuelo, ¿qué harás en mi vida?”. El estar esos días con él fortaleció mi fe.

También fui influenciado profundamente por las muchas veces que escuché a mi madre orar. En las circunstancias difíciles, ella se arrodillaba conmigo junto a la cama para hablar con nuestro Padre celestial. En esos momentos, aprendí que podemos confiar en el Señor cuando las cosas se vuelven difíciles o, incluso, imposibles. También aprendí que Dios es fiel y que podemos contar con Él.

La congruencia y la perseverancia son aspectos importantes para poder transmitir nuestra fe. Los hijos notarán si vivimos lo que decimos, y si seguimos confiando en Dios en medio de problemas. Podemos usar nuestras pruebas para mostrar cómo reacciona una persona de fe. Si vivimos de verdad nuestra fe, estaremos transmitiendo algo más valioso que el oro o la plata.

Thursday, June 8, 2017

Cómo transmitir nuestra fe | Deuteronomio 4.9 | Dr. Charles Stanley | 6/8/17

La “posesión” más valiosa que los creyentes podemos dejar a nuestros seres queridos es la fe en Jesucristo. Aunque estos deben decidir por sí mismos el tener fe en el Salvador, los cristianos podemos y debemos compartir las verdades bíblicas fundamentales:

La salvación se encuentra únicamente en Jesucristo (Hch 4.12). A los hijos se les debe enseñar desde temprano que la relación más importante que tendrán en la vida será la relación con el Señor. Que creer en Él y obedecerle es vital.

Todo lo que existe fue creado por el Señor, y Él es el dueño de todo (Sal 24.1). Somos administradores de nuestros recursos, no los dueños. Como mayordomos, debemos invertir en el reino de Dios, y no utilizar lo que tenemos solamente para nuestro disfrute personal. Las prioridades del Señor deben ser las nuestras.

Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, y es muy importante descubrirlo (Ef 2.10). Debemos buscar oportunidades para contar a nuestros seres queridos lo que estamos aprendiendo del plan de Dios para nuestra vida. Eso hará que deseen descubrir qué propósito tiene Dios para ellos.

Dios nos dará todo lo que necesitemos para llevar a cabo su plan (Ef 4.11-13). Nuestro Padre celestial nos da capacidades y dones espirituales para lograr sus propósitos. El Señor ha prometido que recibiremos todo lo necesario para tener una vida agradable a Él.

El mejor momento para compartir nuestra fe es ahora mismo. Cada día ofrece nuevas oportunidades para hablar de nuestro Salvador. Piense en las personas a las que pudiera transmitirles esta posesión maravillosa.

Wednesday, June 7, 2017

Un objetivo firme | 2 Timoteo 2.4-5 | Dr. Charles Stanley | 6/7/17

“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida” (2 Ti 2.4). La palabra griega traducida como “enredarse”, únicamente se utiliza aquí y en 2 Pedro 2.20. La cual significa estar tan envuelto en algo, que se hace difícil moverse.

Pedro exhortó a los creyentes a no volver a sus antiguos pecados, pero Pablo tenía una enseñanza diferente en mente. Previno a Timoteo en cuanto a dejar que otras cosas importantes de la vida diaria tomaran el lugar de su consagración a Cristo. Por ejemplo, ocuparse del trabajo es una tarea necesaria. Hasta Pablo tuvo que trabajar como fabricante de carpas, lo que le permitía atender los gastos de su ministerio. Pero un trabajo y el dinero producto de trabajar pueden ser devastadores para la vida espiritual de una persona.

Ganar y hacer planes con dinero, proveer para las necesidades de la familia y disfrutar de esparcimiento son actividades importantes. De hecho, el Señor las estimula. Sin embargo, estas bendiciones no deben alejar a los creyentes de la iglesia, la oración, o el estudio regular de la Biblia. Tampoco debemos segmentar nuestra vida en “servicio ministerial” y “trabajo/esparcimiento” diario. Somos soldados de Cristo, no importa lo que seamos ni lo que estemos haciendo. ¡Eso de ser un soldado a tiempo parcial no es verdad!

Es importante que los creyentes no tracemos límites artificiales entre lo “secular” y lo “sagrado”. Todo lo que Dios da —profesión, dinero, tiempo de esparcimiento— debe ser utilizado para su gloria. Al mantener las prioridades correctas y las actividades balanceadas, podremos impedir que los pasatiempos e intereses se conviertan en una trampa.

Tuesday, June 6, 2017

La conducta de un buen soldado | 2 Timoteo 2:1-3 | Dr. Charles Stanley | 5/6/17

En 1 Timoteo 6.12, Pablo llama a su discípulo a “[pelear] la buena batalla de la fe”. Al igual que antes, los creyentes hoy tienen un triple frente de batalla contra la carne, el mundo y Satanás. El apóstol puntualizó las acciones de un soldado, como un recordatorio para librar la batalla espiritual diaria. El buen soldado ...

Es fuerte en Cristo. Pablo sabía que el Señor estaba a su lado, fortaleciéndolo en las pruebas (2 Ti 4.17). El Espíritu Santo nos da el valor y las fuerzas para obedecer los mandamientos de Dios, y para confiar en que su poder nos dará la victoria contra cualquier enemigo.

Comparte su conocimiento. Pablo tenía especial interés en que los creyentes compartieran lo que ellos sabían. La iglesia no solamente tiene la verdad del evangelio; tiene también todas las riquezas de la Palabra de Dios. Muchas personas han escuchado por años la riqueza de la enseñanza bíblica, y también han experimentado la presencia del Señor. Guardarse para sí esas enseñanzas, puede dejar a otro soldado sin la armadura o las municiones necesarias.

Está dispuesto a sufrir. Las privaciones son parte del combate y, por tanto, parte de la experiencia cristiana. Los creyentes sufrirán adversidades y serán llamados a hacer sacrificios. No es de extrañar, entonces, que Pablo le recuerde a Timoteo que se mantenga fuerte en el Señor y que prepare a otros (2 Ti 2.1, 2).

El comandante sabio da a sus soldados un grito de guerra que les anima el corazón y fortalece sus pasos. Pablo tenía también el suyo: “Acuérdate de Jesucristo” (2 Ti 2.8). Recuerde que usted sirve a un Señor todopoderoso. Él está a su lado, participa de sus sufrimientos y le sostiene firmemente en sus batallas más grandes.

Monday, June 5, 2017

Las buenas dádivas del Padre | Pastor Charles Stanley | Mateo 7:7-11 | 6/5/17

El pasaje de hoy contiene una de las promesas más generosas de Dios. No solo se nos concede venir a Él con nuestras peticiones, sino que también promete responder nuestras oraciones. Pero usted puede estar pensando: “Si esto es cierto, ¿por qué no me ha dado lo que pedí?”.Mateo 7.9-11 es la clave para entender este pasaje: “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?... Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”. Piense en términos de la crianza de sus hijos. Un niño puede querer el juego de video más reciente, pero su padre sabe que un regalo diferente sería mejor para él. De la misma manera, nuestro Creador está más consciente de nuestras necesidades que nosotros mismos (Mateo 6.8).Por la falta de madurez espiritual o por las limitaciones de nuestra condición humana, podemos pedir lo que consideramos bueno y necesario, cuando en verdad no es lo mejor para nosotros. Nuestro Padre da lo que sabe que es más beneficioso. Muchas de sus dádivas son las cualidades intangibles de un carácter cristocéntrico, que se desarrolla por medio de las pruebas. Podemos sentir como si Dios nos hubiera dado una serpiente en vez de un pescado, pero el problema está en nuestra falta de discernimiento, no en la bondad de Dios.Cuando parezca que sus peticiones no están siendo respondidas, recuerde que Dios es un Padre amoroso, y considere las cosas buenas que le está dando. Con el tiempo dirá: “Señor, tenías razón. Gracias por haberme dado exactamente lo que necesitaba”.

Friday, June 2, 2017

Dios es nuestro Guardador | Salmo 121:3-8 | Dr. Charles Stanley | 6/2/17

Ayer aprendimos que Dios es nuestro Protector. El canto de David en el Salmo 121 presenta también al Señor como nuestro Guardador.

“Ni se dormirá el que te guarda” (Salmo 121.3). Muchos niños pequeños sienten miedo en la oscuridad. Si se despiertan cuando todos los demás están durmiendo, pueden sentirse solos y asustados. Nuestro Dios no necesita dormir; Él está siempre alerta y atento a nuestro clamor, aunque nuestros sentimientos nos digan lo contrario.

“Jehová es tu guardador ... El guardará tu alma” (Salmo 121.5, 7). Cuando los padres tienen que dejar a sus hijos, escogen a una persona de confianza para que los cuiden; se espera que ésta les proteja y alimente. ¡Cuánto más dedicado y capaz es nuestro Padre celestial! Además de preservarnos física y espiritualmente, controla los malos pensamientos, las palabras dañinas y el proceder incorrecto. Su Espíritu Santo nos advierte del mal, y también nos guía para que crezcamos conforme a la voluntad de Dios.

“Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre” (Salmo 121.8). Dios es soberano. Él está con nosotros siempre —protegiendo, señalando el camino y enseñando. Nos acompaña y guía, aun en las tareas pequeñas que parecen insignificantes.

Cuando somos adultos, muchos sentimos tristeza y un poco de temor al dejar la seguridad del hogar de nuestros padres. Pero nunca nos ausentamos del amor y el cuidado precioso de nuestro Padre celestial. Dios es nuestro Guardador, y Él cuida de nosotros mejor que cualquier madre o padre terrenales.

Thursday, June 1, 2017

Nuestro Protector | Salmo 121:1-3 | Dr. Charles Stanley | 6/1/17

En el Salmo 121, David habla de la seguridad que él encuentra en el Señor. Hoy y mañana miraremos con atención varios versículos para entender mejor nuestra seguridad.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová” (Salmo 121.1, 2). Cuando se escribió esto, había ladrones que vivían en las montañas, acechando a viajeros inocentes que se convertirían en sus víctimas. El trabajo de David como pastor de ovejas lo llevaba a zonas peligrosas, donde no solamente los ladrones sino también los animales salvajes constituían una amenaza.

Nuestra vida puede ser como un territorio montañoso. ¿Se pregunta usted qué peligros le acechan en el futuro? El Señor es nuestro ayudador; únicamente Él puede protegernos. Nuestros seres queridos pueden dar ayuda hasta cierto punto, pero Dios lo sabe todo, y tiene todo el poder necesario para socorrernos.

“No dará tu pie al resbaladero” (Salmo 121.3). Dios ha provisto todo lo que necesitamos para evitar el pecado. El Espíritu Santo nos dirige y nos da poder; la Palabra de Dios alumbra nuestro camino para que no resbalemos. Pero, a veces, elegimos pecar. El Dios todopoderoso podría impedir que desobedezcamos, pero Él no interfiere con nuestro libre albedrío. Lo que hace es sostenernos, dándonos el poder para andar en sus caminos.

Estos primeros versículos se centran en el poder del Señor para protegernos. Ya sea que la fuente del problema sean otros, las circunstancias externas, o nuestro propio pecado, podemos encontrarnos en peligro y atemorizados. Afortunadamente, tenemos un Dios que nos protege.