¿POR QUÉ DEBO ASISTIR A LA IGLESIA? | Dr.
John MacArthur
En repetidas ocasiones, el Nuevo Testamento
enfatiza la importancia de las asambleas locales. De hecho, este fue el patrón
de ministerio que Pablo siguió al establecer congregaciones locales, en las
ciudades en donde predicaba el evangelio. Hebreos 10:24-25 manda a todo
creyente a ser parte de un cuerpo local como este y revela por qué esto es
necesario:
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca” (Hebreos 10:24-25).El único ambiente en el que puede existir la cercanía necesaria entre creyentes para estimularse cuidadosamente “al amor y a las buenas obras”, es el cuerpo local con el que uno está comprometido. Y es solamente en ese contexto que podemos animarnos los unos a los otros.
El Nuevo Testamento también enseña que todo creyente debe estar bajo la
protección y sustento del liderazgo de la iglesia local. Estos hombres piadosos
pueden pastorear a un creyente al animarle, amonestarle, y enseñarle.
Hebreos 13:7 y 17 nos ayudan a entender que Dios en Su gracia, nos ha concedido
rendición de cuentas mediante un liderazgo piadoso.
Además, cuando Pablo le dio a Timoteo instrucciones especiales sobre las
reuniones públicas, dijo, “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la
exhortación y la enseñanza” (1 Timoteo 4:13). Parte del énfasis en la adoración
pública incluye estas tres cosas: escuchar la Palabra, ser llamado a la
obediencia y acción mediante la exhortación y la enseñanza. Es solamente en el
contexto de la asamblea local que estas cosas pueden llevarse a cabo de la
manera más eficaz.
Hechos 2:42 nos enseña lo que hacía la primera iglesia cuando se reunía:
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.Los cristianos se reunían:
- Para aprender la Palabra de Dios y las implicaciones de la misma en sus vidas.
- Para que estando juntos llevarán a cabo acciones de amor y de servicio unos a otros.
- Para conmemorar la muerte y resurrección del Señor mediante el partimiento del pan y la oración.
Claro que podemos hacer estas cosas
individualmente pero Dios nos ha llamado a Su cuerpo, la iglesia, la cual es la
representación local de ese cuerpo mundial. Debemos servir con gusto y ser
servidos entre el pueblo de Dios.
Una membresía activa en una iglesia local es imperativa para llevar una
vida sin concesiones. Es únicamente mediante el ministerio de la iglesia local,
que un creyente puede recibir la clase de enseñanza, rendición de cuentas y
ánimo que son necesarios para que esté fuerte en sus convicciones. Dios ha
mandado que la iglesia provea la clase de ambiente en donde una vida sin
concesiones puede prosperar.
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