El regalo de la libertad
Leer | Gálatas 5:1-14
Cada vez que celebro el Día de la Independencia de los Estados Unidos, recuerdo la libertad que Cristo logró cuando pagó el castigo por nuestros pecados. Ahora, todo el que cree en Él es librado del poder destructivo del pecado. Pero, lamentablemente, hay muchos cristianos que no viven en la libertad que Él ganó para ellos.
Eso fue lo que sucedió con los gálatas. Habían sido salvos por la fe en el Señor Jesús, pero unos falsos maestros les dijeron que tenían que guardar la ley de Moisés para conservar su salvación. Añadir requisitos a la obra perfecta de Cristo puede hacer que las personas se sientan inseguras en cuanto a la vida espiritual.
Cuando fui salvo, a la edad de doce años, pasé de inmediato a ser un esclavo de las reglas que mi iglesia había establecido. La lista de los pecados condenatorios incluía ir al cine y leer historietas los domingos. Con el tiempo, perdí gran parte del gozo de mi niñez, porque estaba angustiado por el sentimiento de culpa debido a que me gustaba mucho leer historietas y algunas veces les daba una ojeada cuando repartía los periódicos. Nunca sabía si estaba destinado a ir al cielo o al infierno. Cada noche me metía en la cama, y le rogaba a Dios que me perdonara, porque no había sido capaz de obedecer las reglas.
Si usted está luchando con sentimientos de culpa y de condenación, quiero que sepa que hay libertad en Cristo. Cuando Él clamó en la cruz: “Consumado es” (Jn 19.30), eso es exactamente lo que quiso decir. No se necesita nada más. Él pagó por completo por su salvación, y promete perfeccionar la buena obra que comenzó en usted (Fil 1.6).
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.