Friday, December 11, 2015

QUEBRANTAMIENTO POR REBELDÍA | Dr. Charles Stanley

La historia que contamos a los niños sobre Jonás y la ballena presenta al profeta de una manera muy optimista. Después de estar tres días en el vientre del pez, se arrepiente y se va contento a Nínive. Fin de la historia.

El relato bíblico tiene los mismos componentes (una tormenta, un gran pez, unos ninivitas arrepentidos), pero un contexto totalmente diferente. Desde el momento en que Jonás decidió huir, hasta el final del libro, su corazón estuvo en rebeldía contra Dios.

Nínive eran un pueblo conocido por su agresividad y su crueldad. Por ser enemigos de Israel, Jonás tenía buenas razones para odiarlos. Pero Dios amaba a los ninivitas y deseaba su arrepentimiento. Sin embargo, la difícil tarea de predicarles también tenía el propósito de quebrantar el espíritu insensible de Jonás, el cual prefería morir antes que ver salvado al enemigo (Jon 4.3).

Dios anhelaba moldear el carácter del profeta para que reflejara el de Él; quería un siervo obediente y misericordioso, pero Jonás se resistía siempre. El orgullo y el odio lo hacían cada vez más rebelde. Notemos que, aunque convino en ir a Nínive, no se arrepintió. Pero no podía engañar a Dios; Él sabía que el corazón de Jonás seguía siendo duro. Por eso, cuando los ninivitas se regocijaron por la salvación, lo consumía la amargura. La angustia emocional y mental fueron precios muy altos a pagar por la rebeldía.

¿Qué le está impidiendo a usted servir al Señor plenamente? Es probable que Él esté tratando de quebrantarle de alguna manera. El proceso es doloroso, pero es por su bien y para la gloria de Dios. Confíe en Él.

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