Saturday, August 30, 2014

LA VERDAD QUE NOS HACE LIBRES | DR. CHARLES STANLEY

La verdad que nos hace libres

Leer | 2 Pedro 1:1-4

Gálatas 5:1 (NTV) nos dice: “Cristo en verdad nos ha liberado”. La razón por la que podemos conocer la auténtica libertad, es que el Señor “nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó” (2 P 1.3).

La gente dice con frecuencia: “Me gustaría ser cristiano, pero no me atrevo porque no sé si podría vivir a la altura de todo lo que se requiere”. Por supuesto que no podrían. Y esa es precisamente la razón por la que se nos ha dado esta espléndida seguridad. Dios dice que se nos ha concedido todo lo que necesitaremos para tener una vida espiritual triunfante.

Sin embargo, la estupenda provisión del Señor comienza sólo después de que ponemos nuestra fe en Cristo para ser salvos. Tenemos que dar el salto de fe antes de que su poder divino se desate en nuestra vida. Una vez que lo hayamos hecho, todo lo demás llegará a nuestra vida, incluyendo valentía, perdón, visión, sabiduría, y más fe en Dios.

Esta promesa es difícil de comprender, ya que parece demasiado buena para ser cierta. Muchas personas apenas la leen, pero no la aceptan. Otras la miran con recelo y se preguntan qué tiene que pasar para que se convierta en una realidad en sus vidas. Al igual que con todas las promesas de Dios, usted debe aceptarla antes de ponerla en práctica. Y aunque aceptar una promesa es una cosa, ponerla en práctica en la vida diaria puede ser algo muy distinto. Solo cuando nos negamos a estar complacidos con el mundo (Jer 2.13) encontraremos la plenitud de esta promesa surtiendo efecto en nosotros.

 

Friday, August 29, 2014

ESPERAR EN DIOS | DR. CHARLES STANLEY

Esperar en Dios

Leer | Filipenses 4:18-20

Cada necesidad que experimentaremos en la vida ha sido ya suplida en Jesucristo. Por su poder, Dios ha preparado bendiciones para ocuparse de cada una de nuestras necesidades en su tiempo perfecto. A veces, cuando la vida no es exactamente lo que esperábamos que fuera, comenzamos a desesperarnos y olvidamos que el Señor sabe más que nosotros.

A veces alguna necesidad; ya sea física, espiritual, interpersonal, emocional o económica continúa porque el Señor está tratando de captar nuestra atención. Dios quiere que nos enfoquemos en Él para poder corregir nuestra manera de pensar. Desea que tengamos abundancia, pero sabe que no podemos disfrutar de la bendición hasta que le hayamos permitido que opere en nuestra vida.

En otras ocasiones, la manera en que nos acercamos a Dios puede ser lo que pone trabas a las bendiciones que ha prometido. Quizás nuestras oraciones reflejan sentimientos de inferioridad e inseguridad, aunque como miembros de la familia de Dios no tenemos ninguna razón para venir a nuestro Padre arrastrándonos como un mendigo. ¡Él quiere que sus hijos vengan con confianza, esperando recibir las bendiciones que anhela darles!

No me malinterprete. Podemos esperar bendiciones, pero no podemos imponer cuándo, cómo o qué deben ser. Dios sabe lo que es mejor y está interesado en nuestro bienestar. Y aunque no promete que todo será fácil, sí promete darnos consuelo espiritual y atender cada una de nuestras necesidades. Mantenga la expectativa; Él va a hacer algo más allá de lo que usted pudiera haber imaginado.

 

Thursday, August 28, 2014

¿ ES EL MAS ? | DR. CHARLES STANLEY

¿Es Él Más?

Leer | Colosenses 1:15-20

¿Quién es este Jesús? Es una pregunta que ha sido hecha por infinidad de personas durante más de dos mil años. Es, sin duda, la pregunta más importante. ¿Qué respondería usted?

Puede decir: “Él es mi Salvador”. Pero ¿es más que eso? “Bien, Él es el Señor”. Pero ¿es más que eso?

Sí, Él es mucho más. Jesús hizo algo por nosotros que nunca antes había sido hecho: hizo posible que viéramos al Padre celestial de una manera nueva. Pablo dice en Colosenses 1.15 que Jesús es la “imagen del Dios invisible”.

Nadie ha visto jamás el rostro del Todopoderoso. En el Antiguo Testamento, algunas personas estuvieron en su presencia, pero nunca fueron capaces de ver plenamente su gloria. Por ejemplo, Moisés, quien es descrito como amigo de Dios, no pudo mirarlo directamente. Cuando más, lo único que tuvo fue la oportunidad de ver sus “espaldas” cuando el Señor pasaba. Pero nunca vio su gloria divina en plenitud (vv. 18-23).

Pero Jesús vino a tender un puente entre la santa y pura gloria del Padre, y la naturaleza pecaminosa de la humanidad. Como la “imagen” de Dios, el Señor Jesús es la réplica exacta y sin tacha —el reflejo perfecto— de su Padre. Por lo tanto, Él pudo decir: “El que me ha visto, ha visto al Padre” (Jn 14.9).

¿De qué manera podemos saber cómo es el Padre celestial? Conociendo a Jesús. Solamente Él es la demostración y la imagen plena de Dios. Ahora bien, ¿está usted preparado para responder la pregunta? Pida al Padre celestial que le muestre a su Hijo de una manera nueva en este día.

 

Wednesday, August 27, 2014

¿ERA JESUCRISTO REALMENTE DIOS? | DR. CHARLES STANLEY

¿Era Jesucristo realmente Dios?

Leer | Juan 1:1-18

La divinidad de Jesucristo es uno de los temas más controvertidos que enfrenta todo ser humano. También es el más importante. Nuestra fe depende de esta pregunta.

Hay muchos que dicen que creen en Jesús y en Dios, pero no creen que Jesús sea verdaderamente Dios. Sin embargo, creen muchas cosas buenas sobre Él. Lo aceptan como un maestro. Se maravillan de Él como sanador. Lo reverencian como filósofo, revolucionario y reformador social. Pero no pueden (o no quieren, más bien) aceptarlo como Señor.

Quiero ser muy claro en este asunto. Usted puede creer todas estas cosas maravillosas en cuanto a Jesús. Puede alabarlo como un profeta enviado por Dios todopoderoso. Pero si no acepta que es uno con Dios —el Salvador que murió por los pecados de usted— entonces no le conoce en absoluto.

Ahora bien, usted puede haber escuchado a personas argumentar que el mismo Jesús en realidad nunca dijo ser Dios. Esto simplemente no es verdad. Una y otra vez en los evangelios, Jesús se pone a sí mismo en pie de igualdad con el Padre y el Espíritu Santo (Jn 10.3014.6-14). La verdad es que si Jesús no era verdaderamente el Hijo de Dios, entonces, como apuntó C. S. Lewis, era un loco o el mentiroso más detestable del mundo.

Si usted no sabe la respuesta a esta pregunta, no deje pasar otro minuto sin dar los pasos para conocer la respuesta. Tómese el tiempo para examinar los evangelios. Hable con su pastor o con amigos creyentes. Tome la decisión final y personal en cuanto a esta pregunta trascendental: “¿Era Jesucristo realmente Dios?”

 

Tuesday, August 26, 2014

EL CONFLICTO | DR. CHARLES STANLEY

El conflicto

Leer | Efesios 6:10-13

La batalla espiritual se mantiene todo el tiempo. Por eso es importante que los creyentes estén conscientes de ella para luchar contra el pecado de manera efectiva y vivir de una manera agradable a Dios. La lucha se da en tres esferas.

Primero, tenemos un enemigo interno. Desde la caída en el huerto del Edén, el corazón humano no busca por naturaleza a Dios. Pero el Espíritu Santo puede atraernos y dirigir nuestros pensamientos al Señor. Sin embargo, aun después de la salvación, tenemos la capacidad de pecar en este cuerpo. La Biblia menciona conductas “carnales” con las que luchamos a lo largo de la vida (Gá 5.19, 20).

Segundo, tenemos un enemigo externo: Las creencias, las actitudes y las filosofías impías que están alrededor de nosotros. Primera de Juan 2.15 advierte: “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. Como creyentes en Jesucristo, tenemos que ser sal y luz para el mundo que nos rodea, sin permitir que sus normas influencien nuestros pensamientos o nuestra conducta.

Tercero, hay un enemigo infernal, y su nombre es Satanás. Su deseo es desacreditar a Dios y lograr la victoria sobre el reino del Señor. Sabemos por las Sagradas Escrituras que esto no va a suceder, pero el conflicto arreciará hasta los últimos días mencionados en Apocalipsis.

Esté consciente de estos tres enemigos. Usted no dormiría en medio de una guerra encarnizada, y tampoco debe vivir sin percatarse de la batalla espiritual de todos los días. El pasaje de hoy da la información específica para mantenerse firme en Cristo: Ármese con la Palabra, y busque la protección y la guía de Dios.

 

Monday, August 25, 2014

LA ORDEN DE DIOS PARA CADA CREYENTE DR. CHARLES STANLEY

La orden de Dios para cada creyente

Leer | Mateo 28:16-20

En el pasaje conocido como la Gran Comisión, el Señor Jesús menciona al discipulado, al bautismo y a la enseñanza. Todos estamos de acuerdo con que el discipulado y la enseñanza son esenciales para crecer en la fe; sin embargo, algunos cristianos relegan o ignoran la orden de ser bautizados. La voluntad de Dios es que cada persona que recibe la salvación ponga en práctica esta ordenanza bíblica dada por Jesucristo.

La Biblia contiene varios ejemplos de nuevos creyentes que se sometieron al bautismo por obediencia después de ser salvos. Pablo y Silas dijeron a su carcelero que recibiera a Cristo y que fuera bautizado (Hch 16.27-33). Asimismo, Felipe bautizó al eunuco etíope después de escuchar su confesión de fe (8.36-38).

Muchos creyentes hoy rehúsan a hacerlo porque no consideran al bautismo como un mandamiento, o porque no reconocen que no hacerlo es desobediencia. Este acto es importante porque es una confesión pública de fe en nuestro Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo). La disposición de humillarnos de esta manera honra a Dios como el Señor de nuestra vida. El bautismo por inmersión simboliza también el poder transformador de la salvación: Somos “sepultados” para demostrar que hemos muerto a los viejos hábitos; y somos levantados del agua para demostrar que ahora andamos en novedad de vida (Ro 6.4).

¿Ha obedecido usted el mandamiento del Señor de someterse al bautismo? Si no lo ha hecho, hable con su pastor y dispóngase a confesar públicamente su fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

 

Saturday, August 23, 2014

UN MODELO PARA LA ORACION | DR. CHARLES STANLEY

Un modelo para la oración

Leer | Colosenses 1:10-14

Sigamos utilizando la oración de Pablo por los colosenses como modelo. Ayer estudiamos sus primeras dos peticiones que entendieran la voluntad de Dios, y que vivieran dignamente para Él. Ahora consideraremos las otras cuatro. Que:

• Llevaran fruto en toda buena obra (v. 10). El Señor desea que nuestras acciones lo glorifiquen. Parece ser que todos estamos muy ocupados, pero ¿tienen valor eterno lo que hacemos?

• Crecieran en el conocimiento de Dios (v. 10). Hay mucha información bíblica disponible en libros, predicaciones e Internet. Pero el apóstol no estaba sugiriendo que los creyentes conocieran hechos en cuanto a Cristo. Habla de un conocimiento espiritual, no intelectual.

• Fueran fortalecidos con el poder de Dios (v. 11). Somos débiles cuando nos apoyamos en nuestras propias fuerzas. A veces, es necesario que el Señor nos ponga de rodillas para que le entreguemos el control y confiemos en su poder. Mantener la confianza y el enfoque en medio de las dificultades requiere un poder más allá de nuestras fuerzas.

 Se mantuvieran agradecidos (v. 12). Cuando entendemos de dónde provienen todas las cosas buenas, podemos vivir con gratitud. El contentamiento y el gozo tienen su origen en un corazón agradecido, no en las circunstancias.

Por el trajín del mundo de hoy, la oración muchas veces es dejada fuera de nuestra agenda. Pero la comunión con el Señor es vital para tener una buena relación con Él. Recuerde que orar por nuestros seres queridos ante el trono de Dios es mucho más importante que otras tareas que parecen más apremiantes.