Esperar el tiempo de Dios no es algo pasivo ni ocioso —se necesita disciplina y obediencia.
Leer | Salmo 25.3-5
2 de junio de 2015
Esperar el tiempo de Dios no es algo pasivo ni ocioso —se necesita disciplina y obediencia. Puedo pensar en cuatro requisitos básicos para saber esperar.
Fe. Los caminos y el tiempo del Señor no son como los nuestros (Is 55.8, 9). Desde el punto de vista humano, la manera como Él hace las cosas suele ser totalmente diferentes de lo que nosotros esperamos. Pero a medida que confiemos más en Él, descubriremos que su manera de actuar tiene sentido.
Humildad. Para esperar en el Señor, debemos reconocer que lo necesitamos. La sumisión a su divina voluntad requiere humildad. Nadie puede rendirse por completo a Dios, y al mismo tiempo seguir adelante con sus propios planes.
Paciencia. ¿Está usted dispuesto a hacer una pausa hasta recibir una clara dirección de parte de Dios? Esto no significa desligarse y permitir que las circunstancias colapsen a su alrededor. Esperar en el Señor es una decisión que requiere paciencia.
Valentía. Esperar en Dios requiere valor, especialmente cuando somos presionados para actuar. Si se descuida, puede dejar de escuchar al Señor y seguir el consejo incorrecto. Por eso, mantenga su oído atento a la voz de Dios Todopoderoso, y no le irá mal.
Esperar en el Señor es una de las decisiones más sabias e importantes que podemos tomar en la vida. Y, contrariamente a la creencia popular, es un esfuerzo activo que requiere fe, humildad, paciencia y valentía.
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