¿Asiste usted a la iglesia? Si es así, Dios ha puesto a una persona en su vida cuyo trabajo es capacitarle en el camino recto y decirle la verdad, aun cuando usted no quiera escucharla. Tiene la bendición de contar con un pastor que le ama y se preocupa por su bienestar espiritual. Pero él necesita saber que usted se preocupa por él.
Muchos creyentes descuidan alentar a su pastor, pero ser conscientes de sus necesidades es parte importante de pertenecer al cuerpo de Cristo. En su segunda carta a Timoteo, Pablo muestra la manera en que debemos alentar a los pastores.
1. Dígale que lo aprecia. No hay nada más edificante para el corazón de una persona que saber que le importa a alguien. Si bien las palabras son valiosas, las acciones pueden hablar aun más alto. Así que, busque maneras de demostrar amor a su pastor.
2. Exprésele que confía en él. Hágale saber que usted reconoce la sinceridad de su fe y que aprecia su compromiso de comunicar la Palabra de Dios.
3. Reconozca el llamado de Dios a su vida. Trabaje con su pastor; respóndale de una manera que demuestre que usted entiende que él ha sido llamado a ministrar, y por tanto la mano de Dios está sobre él. Y cuando sienta que el Señor está obrando por medio de él, hágaselo saber.
Sobre todo, ore por su pastor. No dé por sentado que otros hermanos de la iglesia lo están haciendo, o que un líder espiritual no necesita que se interceda por él. Lo contrario es lo cierto. Al diablo le gustaría obstaculizar el ministerio eficaz, pero usted puede ayudar a defender a su pastor mientras él atiende el rebaño.
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